jueves, diciembre 31, 2009
VAMOS POR EL 2010
FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!!!ESPECIALMENTE A...LOS QUE ANDAN CON LOS MONOS,A LOS QUE CORREN EL ZORRO Y DEJAN LA ZORRA,LOS QUE PATEAN LA PERRA,LOS QUE QUEDAN COMO LORO EN EL ALAMBRE,LOS QUE ANDAN PATO,A LOS HIJOS DE TIGRE,A LOS RATONES DE COLA PELÁ,A LOS QUE HABLAN SAPOS Y CULEBRAS,A LOS QUE RANEAN,A LOS QUE SAPEAN A LOS QUE LOREAN Y A LOS QUE HACEN LA CHANCHA,A LOS QUE LE DAN EL AFRECHO,A LOS TORTOLOS,A LOS CABREADOS Y A LOS QUE SE LE ARRANCAN LAS CABRITAS, A LOS PERICOTES, A LOS RATONES DE BIBLIOTECA Y A LOS QUE ANDAN RATONEANDO, A LOS QUE JOTEAN Y A LOS QUE PERREAN, A LOS QUE RE-GATEAN, A LOS ZANGANOS, A LOS QUE ROBAN A LO HORMIGA, A LOS QUE LO HACEN A LO PERRITO, A LOS QUE HORNEAN LENGUITAS DE GATO, A LOS PICADOS DE LA ARAÑA..A LOS VIEJOS ZORROS, A LOS PAVOS, A LOS PERROS NUEVOS, A LOS POLLOS, A LOS PATAS DE ZANCUDO, ALOS PANTALONES PATA DE ELEFANTE, A LOS TIBURONES, A LOS CALIENTES COMO MONOS, A LOS VIEJOS LOBOS DE MAR, A LOS QUE QUEDARON CUELLO, A LOS QUE QUEDARAN CON COLA,A LOS QUE SE RIEN COMO HIENA, A LOS POLLOS EN CORRAL AJENO, A LAS MANITAS DE PUERCO..A LOS RAPIDOS COMO LAGARTIJAS, A LOS ESPALDAS DE PEJERREY, A LOS LENGUADOS, A LOS LOBOS..A LOS CURAOS COMO TAGUA, ALOS QUE ANDAAN COMO PICAFLOR, A LOS QUE CORREN COMO CABALLOS DE INVIERNO, A LOS CIEGO COMO TOPO, SORDOS COMO TAPIA, A LOS QUE SALTAN COMO CANGURO, EN FIN, FELIZ AÑO NUEVO A TODOS LOS QUE ESTAMOS EN LA VIÑA DEL SEÑOR, A LOS QUE COMPRARON PASAJES PAL INFIERNO , LOS QUE ESTAN LISTOS PAL PATIO DE LOS CALLAOS... UN GRAN ABRAZO!!!!!
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ARGONAUTICA
Así atado al mástil
Reviviendo en esta sangre amarga
La luna saturando el corazón
Este esqueleto informe
se reviste en madera
Rugen los elementos
con ese furor que hierve en la sangre!!!
Angor es capaz de construir!!!
Quién da este aliento
que hace nuevas y macabras las cosas!!!!
Un crujir de dientes
Un ensalmo entrecortado
Cuantos óbolos llevan nuestras vidas
Mientras se satura de aire estos pulmones
El polvo insemina historias
Escritas en las nervaduras
de este negro maderamen
Entretejiéndose las velas
Como estos vendajes
que ciegan esta noche eterna
Qué maligna voluntad
levanta cadáveres para la ruina
En esta cubierta
Brea de infiernos nos sella
Sangre de victimas nos alimenta
Los tejidos hechos polvo
Monedas en las cuencas
Cráneos rodados
Sarmientos vides
negras
¡Argos, cruza este mar de infamias!
Nos escupe la muerte
ensamble de huesos carcomidos
amargamente olvidados!
Abrasa la carne
Somos noche
Pesadilla
Maldición
Y Miseria
Somos herida
Sangre
Cicatriz y vida!!
Álzate corazón
Navega soberbio
Hacia el Sur, Hacia el Sur!!!!
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HATHOR
Qué creencia arrebatará
de mi memoria tu imagen
ese tu aroma ámbar
consúmeme si he anhelado más
de lo que podría tomar
Extíngueme
ascua ardiente
Trepando aire tu soplo
Caiga en ceniza
Silente
pasión
Arrebatadora
Calza , muerde
Abate oscura
El latido, la congoja
Arrastra
Esta letanía de visiones
extendidas como flor:
carnosa sombra
No hables
no te atrevas a cruzar mirada
La cobardía
Pesa mil puños.
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ARGONAUTICA I
Las calles cubren sus rostros
los amantes
han liberado sus alas
Transcurrirán más de mil años
hasta encontrarnos
Y otros mil hasta que nuestras manos
se entrelacen
Cierra los ojos
mientras deposito un beso
en tus párpados
Pronto
La arena devorará nuestros pies
seremos sombra de lo que fue
Sombra somos
Y sombra que será
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ARGONAUTICA II
Esa cabellera insolente
capaz de ahuyentar
una manada de lobos
y lluvia entre ellos:
indómita
Hallé un dibujo en tinta
en lo profundo de su espíritu
tres versos en su mirada
Una promesa jamás
escrita en toda su piel
Nada hiere tanto
como esa voz que delicada
derriba todo muro
Susurros
Hilos delgados
sueños
Escucho atento
mientras las fortalezas
del alma ceden
Es tanta la noche,
Saturada de ansias
Tanta…
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ARGONAUTICA III
Esperanza deposita coronas en la frente:
Habrá aprensión aletargando el juicio
Los mapas serán inútiles
como plegarias enviadas en alas de mariposa
Ciego, ciego, ciego y ciego
Habrá que embarcar
nuevamente latidos
Presto a levar anclas
corazón inquebrantable
Guía con tu ebrio sextante…
al destino de estos huesos
Nada iluminará?
Qué iluminará?
Algún cirio, alguna estrella?
Esa luna caprichosa?
Cuánta traición en la luz
cuánta guía entre alucinados
Un cirio hecho cirio negro
hecho cirio rojo con gotas de leche
ojos de la luna vendando
ojos de estrellas
En el fondo del pecho
un grabado de madera,
una mano y su índice
guiando hacia el sur, hacia el sur .
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ARGONAUTICA IV
Las entrañas de los animales
no arrojan claras señas
no claman idus sangrientos
Escuchas las calles lejanas??
Ni un murmullo en esta bóveda
turbada e inmensa
Hay prudencia en los templos
Esa imagen de mujer se ha diluido
¿Tiembla la cordura?
Veo este navío cortar
Un mar siniestro de dudas
Como en sus tiempos lo hizo:
Con premura, ansia banal
La calma no yace
en sus huesos
hechos de cedro
No me engaña la razón
Sólo miente la sangre
Al ser continua su fiebre
Nuevamente el delirio
arrecia su ataque
Nada ha de inquietarme!
¡Hacia el Sur! ¡Hacia el Sur!
Ni una palabra más!
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ARGONAUTICA VI
Un reloj simula latidos
se deshace la imagen
opaca del mundo.
Un latido, un latido, uno, uno
Uno, uno, uno, uno, uno, uno
Y de tres bocados devoras
este corazón
dividido en otoños
y altibajos
Sólo un condenado falsario
deja de mentir en el lecho
Qué si la noche
da lenta despedida
tibieza de carnes y esa piel
La mañana parece coronar
sienes casi materialmente
Y dichoso tan dichoso ,
pero menos dichoso
Desgraciado, tan desgraciado,
pero menos desgraciado
se cierra firme la puerta a su espalda
Una página va volando
como semilla de cardo e hilos de lujuria
Uno- uno- uno y continúa caminando
Uno- uno- uno y continúa latiendo
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ARGONAUTICA VII
Nada más estremecedor que
buscarte a tientas:
una noche espesa hasta el espíritu
Agónico corazón
escuchaba tu voz
plegaria absurda
como injusticia
Como si los dedos
palpando una salida
se encontraran
con cruel y fina arena
Ah, el hedor a lo corrupto
descansa en el perfume de una mujer
He sellado los labios
para evitar la entrada de infinita sílice
Quizás dónde y dónde se extraviaron
tus pasos…
Mañana mis crímenes me
estallarán como a perro moribundo:
sedientas entrañas
El temblor sacude mis extremidades
como arrepentimiento
Se apodera de amargas osamentas
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VIII CONFESIONES A HATHOR
Me asaltan recuerdos
en noches de luna nueva
Siete años en mis cabellos despeinados
y cicatrices
Miseria arrullando
en el roto cuero de los zapatos
Sol de medio día
Una multitud rugiendo
como bestias sudorosas
aplastadas unas a otras
Imposible distinguir rasgos en la masa
Todo se detiene mientras una figura avanza:
Una mujer cuyos pies
parecen besar el suelo
Mis ojos de infante arden
sombras se abren paso
como rocas negras
aún más negras
que alma de noche
Una presión embarga mi pecho
subo altas techumbres
Tras la mujer, un hombre cuyo rostro
era una borrón de sangre y coágulos
intenté entender su delito,
el péndulo absurdo de su agonía:
Hallé tinieblas y laberintos
Qué culpa debe pagarse
a ese precio
Qué corazón enfermo jura justicia
sobre los huesos quebrantados
de la humanidad
A la distancia un cadalso
amplio como catedral
vi morir almas allí
en maderos y noches
vi su decapitación
mientras el gentío imprecaba
¡LOBO! ¡LOBO!
La cabeza rodando entre impíos
pronto paseaban sobre una lanza
vitorean
mientras la mujer se torna luz
diluida en el aire corrupto
Corrí descendiendo techo tras techo
viendo como acarreaban su cadáver
a una nave en el puerto
Piedad,
Retira estos daguerrotipos
perversos de una vez…
No sea yo quien abra las páginas de ese libro
oculto en el seno del alma
Ahora
la noche bebe y copula entre
los muros rasgados de mi memoria
cada vez que regresa…
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IX DOS ÓBOLOS
La tarde peinaba la arboleda,
el susurro de hojas arrulla
el juego de sus cortos 7 años
A lo lejos la leña crepitaba
bajo un grueso metal
La forja
como decía su padre
“templa y fortalece el espíritu”
La quietud embriaga
dulce vid…
Al grito paterno
las delgadas piernas
enfilaron hacia el rudo llamado
Lenta la voz comenzó a brotar:
"…Nada como ser igual al viento
Traidor y frío como el mar
con un corazón igual de infinito
Nada más seguro que
Miseria ha sido tu madre
Tu hermana, esposa y regazo
Será ella la que te escancie el vino
en noche de juerga
Será ella la que te acompañe
en los momentos de aflicción
Te amamantó, te ha visto crecer
Y será ella quien te amortaje
Estira ambas manos…
Las palmas hacia arriba
Cierra los ojos!!!"
Pronto algo como dos soles
Cayeron sobre las manos
El intenso dolor
Contrastó con la fría voz:
"Para cuando cruces el Estigia
Muéstrale tus manos a Caronte…"
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ARGONAUTICA X
Dos sombras mintiéndose
el olfato de bestia asediándote
en la enormidad de una luna llena
Una sombra no sabe mentir
sin embargo ocultas
susurros
Dispensa dudas y celos
noche con noche
sana
oscuridad hasta los huesos.
Ah, mentirosa,
cien veces embustera
Aún cerrados
Tus labios mienten
Sólo
latidos vulgares fingiendo
entre costillas falsarias
aire, aire y mucho más aire
Nos vamos teniendo sombra
Durmiendo sombra
Nada más que sombra
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ARGONAUTICA XI
Hathor estira sus alas
sus brazos
Esas piernas rotundas
preparan el viaje
Sus ubres
cargadas de maternidad
y astros
laten a cada paso
Hathor cierra sus ojos
entreteje sus pestañas:
oscuridad necesaria para el vuelo
los crueles abismos aguardan
corre arrasa vuela
huye antes que
nuestras vidas
ardiendo se desplomen
ve tras mi nombre
tras tu sino de luces
y contrapuntos:
aire
caigo de rodillas
exhalo las últimas
trazas de su aroma
sus alas tuercen
el infinito
un desgarro vierte en mi pecho
los pálidos lirios
de un amargo amanecer
sus brazos
Esas piernas rotundas
preparan el viaje
Sus ubres
cargadas de maternidad
y astros
laten a cada paso
Hathor cierra sus ojos
entreteje sus pestañas:
oscuridad necesaria para el vuelo
los crueles abismos aguardan
corre arrasa vuela
huye antes que
nuestras vidas
ardiendo se desplomen
ve tras mi nombre
tras tu sino de luces
y contrapuntos:
aire
caigo de rodillas
exhalo las últimas
trazas de su aroma
sus alas tuercen
el infinito
un desgarro vierte en mi pecho
los pálidos lirios
de un amargo amanecer
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ARGONAUTICA XII
Luna tropieza entre los barrotes
Envuelta de ecos y alaridos…
Arriba Miseria ataviada de infancia
sucio el rostro,
pequeñas manos
acariciando las sienes del Lobo
Te escucharé esta vez,
enviaré tu mensaje
hasta dónde ella esté
¿deseas que venga?
Lo haré aunque la encuentre
en otros mundos y otras historias…
El Tiempo le viste de andrajos
de acres efluvios emanando
desde su piel de niña
No sufras, pronto terminará
Los dedos por el pelaje húmedo
sangre fresca, hecha llaga
lamento y salitre
Estuve contigo antes, estoy aquí
Imágenes como naipes cayendo,
inmóvil la fortuna
sobre una mesa desnuda como destino
Hubo soles hirientes
y lluvias interminables
royendo hasta el hueso
médulas putrefactas
de tanta intemperie y agua
los maderos calcinados
de la nave Argos
Corazón moribundo pero firme
Agónico pero combativo
Estuve contigo entre turbulentas mareas,
noches atormentadas
fustigadas en lo más íntimo
lamentos pariendo ecos
Entre desnudas montañas…
Mujer crucificada a sus brazos
cruz piel y sudor trémulo
noche constante en el corazón
La madrugada crucificando a ambos
De nada sirve orar
ahora que resuelvo tu latido siniestro
tu aliento a derrota eterna
Esta, tu presencia es sólo un rastro delicado
de lo que pudiste ser y no serás…
Las pequeñas manos palmotean
la cabeza del Lobo
Corren los tiempos
Melodía que se diluida
En brisa y distancia
Arrastraré tu mensaje por la tierra
No temas, arribará a su destino
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ARGONAUTICA XIII
Y de pronto , como aire al aire
y humo desnudo que canta
Hathor desaparece
su memoria
yace suspendida
Vi ciudad, no cielo
noche no historia
de pronto aire,
Aire al aire
millar de plumas
entre rayos de Luna
y desvelo
Siete dagas siete
atravesando
el corazón sin pecho
sin tórax
en diatribas
salvajes, ciegas,
pero ante los muros:
MUDA
Dónde sus pasos
quién podrá medirlos
acariciar su voluntad:
el compás de sus intenciones
Dónde entre nubes
y efluvios de traición
yace su cuerpo
oculto, sereno , sabroso
Esa carne exquisita
Sí
la ausencia teje larvas,
insania
reproche
Únicamente
tus labios logran enloquecer
al profundo corazón
de un hombre
Clara como la osadía
herida victimaria
Con alas nuevas y erróneas
Estos muros caen
inexorablemente
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XIV EL JUICIO
"No puede el hombre yacer con el aire
Dónde las proporciones corpóreas
Disgregadas, desperdigadas"
Dónde la sangre,
sí, la sangre
Sí, diseminadas las proporciones
"Dónde el espíritu arrebatado,
el sacrificio fatuo
la Lascivia vuelta cara a cara
Con el delirio"
Sí, ambos cara a cara
"Dónde hubo antes imposibilidad tan posible
Mano tan certera en la herida y herida tan certera
Desde la mano alevosa"
Sí, la herida, manaba sangre
"Y la noche se tiñó con su hedor
A hierro a leche a mujer"
Sí, noche y leche y hierro
De ruptura a ruptura de ligamentos
Y artes oscuras
Aurora, desapareció, aire al aire"
Aurora y epifanía, ligamentos
Sí, aire al aire
"Dónde sino oculta a todos los ojos
Dónde sino como la Muerte puede arrastrarla
Rotas las alas, arrancados los senos
Ida e ida en la nada"
En la Nada oculta
Si Muerte y sólo Muerte
Rotas todas las alas
Ida e ida en la nada
Como arrebatando estos labios
Y esta voluntad
"El oscuro astro de la culpa
yace sobre sus hombros
he aquí que no hay más crimen
horrendo que este crimen
ni más terrible muerte que estas manos
invocaron"
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ARGONAUTICA XV
El aire estalla en efluvios
igualando el hedor a sangre
Qué arrastra el aroma a liberación?
Qué parece ahuyentar la desventura?
En la soledad del condenado
Toda palabra cae al vacío:
Péndulo pronto a detenerse
Algo rasga
ese muro llamado corazón
Ausente
Único
Herido
Un arrastrar de aguas turbias
En pos de un mar eterno
De pronto frente a sus ojos
marcha una mujer
mostrando la curvatura de su espalda
Abofeteando al cielo
sus senos derramando
leche fría y amarga
la plaza está repleta
Hubo ojos coronando su memoria
un segundo antes de subir al cadalso
Quiso llorar
no acudieron lágrimas
se observa las palmas de las manos
La cicatriz de los óbolos
pronto serán necesarias
Mientras Miseria canta con su piel
con ojos y sexo
El lobo se aprestaba
en su último aullido
Vio a Miseria fundirse a las
Emanaciones de humanidad desafiante
Un relámpago metálico
separa cuello cuerpo un latido
El aire se mezcla con sangre…
En una voluta de vapor
el lobo se marcha
Cuantos mares cruzados por
un corazón
y
ahora el último río…
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ARGONAUTICA XVI
La carreta
Lleva al ejecutado
Detrás los niños cantan
marchando hacia el muelle
En silencio la nave Argos aguarda
Depositan el cuerpo
luego la cabeza
Pronto el fuego se apodera
de la embarcación
Argos viaja a sus propias cenizas
Aguardan ríos infernales
En la orilla
un muchacho observa
la cicatriz de un óbolo en cada mano.
Un brazo continúa extendido contra el Argos.
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martes, diciembre 29, 2009
HISTORIA PERSONAL PARA EL OLVIDO. David Bowie
Corrían los turbulentos años ochenta, precisamente 1981, un muchacho de 12 años, el día que ardían los pisos de la Torre Santa María, observaba estupefacto y al borde de la emoción el video clip ASHES TO ASHES en el Magnetoscopio, acartonado semanario musical del canal Nacional.
David Bowie fue creciendo. Lo que jamás ese niño se llego a imaginar, fue el pre y el post Ashes to Ashes, años después aparecieron Under Pressure con Queen, Modern Love y let´s Dance, videos de una factura estética impecables, otros vientos otra percha y la compra ineludible e indiscutible del Duque Blanco.
Transcurrieron más años para que el muchacho en su supina ignorancia , descubriera quien era el cantante de temas como Space Oddity o Starman , parte de la Banda Sonora de su pre- adolescencia o llorara décadas de por medio con el cover Wild is the Wind, la versión de Nina Simone es mas “dark” con la voz privilegiada de Nina y más acordes down, no se compara a la cadencia emotiva de Bowie, pero es opinión personal.
Del cine , ni hablar, gran actuación en Furyo y en la Ultima tentación de Cristo, un Pilatos a contraluz y una voz que intimidaba a cualquier detenido… y como olvidar su intervención en el soundtrack de The Falcon and the Snowman!!!
Desfilaron los años y los albums , todos convincentes de mayor o menor calidad el “camaleón” se las arreglaba y salía bien del paso destructor del tiempo, es más, sin ánimo de exagerar se ajustaba a el en sincronía perfecta, aparejándose con tipejos talentosos de la talla de Trent ( “trendy” Reznor, amenazante y frio como paleta en el video , temo a los americanos , quién no).
Nunca dejo de sorprenderme, de asilar algunos de mis más oscuros sentimientos, hasta que en una de esas esquinas laberínticas de la vida y la cerveza, un gran conocedor de la música me emplaza con la siguiente pregunta: ¿Te quedas con Ziggy Stardust o con el Duque Blanco?
Saltó a la memoria imágenes en zapping, de perchas y artísticos videos, la respuesta era obvia y demoré decimas de segundo en contestar: El Duque Blanco, que más!!!!
Ahora a meses de esa encrucijada, me detengo a meditar… Space Oddity, un himno, Starman, otro más, Ashes to Ashes, y su maltrecho Mayor Tom desenmascarado Junkie de primera, un tipo al cual hay que hacerle el quite, brilla él y esas canciones tanto , que aun hay adolescentes y veinteañeros que reconocen esas canciones, como grandes obras. Si volviese atrás 1981, no sabría contestar, si volviese atrás , 1997, no sabría contestar.
Ahora los sé, creo ser testigo de una evolución coherente y sólida , un cantante que estuvo en mis buenas y en mis malas… si me preguntan ahora , la respuesta sería la misma de meses atrás.
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DAVID BOWIE
miércoles, diciembre 23, 2009
Mil veces adiós a la Luz VII ( Exorcismo II)
Al fin:
Jaque mate a la reina
a la fe y la confianza:
nada resta
del gran círculo
Eterno retorno girar y girar
Abrazándonos
-La misma piel- se diría
Y ansío un golpe mortífero
astros y constelaciones
tras el impacto:
sangre y quebranto
los indicios de una conciencia
basura minimalista
cuarto vacío hacinado
con mis culpas y pecados
Quizás
Me basta la ebriedad
Lo doloroso
es la resaca por la resaca
Mala sangre dirías
Mala sangre digo
Necesito ocultarme
Ser simiente
Fustigar
Me figuro penitente
Me complazco mártir
Auto flagelante
Sin imaginarte descalza
Sin imaginarte amante
Desnuda
Complaciente
Sin imaginarte mía
Sin imaginarte cristalina
Y callar , callar
Y girar , girar
Aguardar lo oscuro
Aguzar el olfato
Y rastrearte
Arrancarte como a fruta
A dentelladas
Todo me parece ajeno
Pero estás tú
Salvaje – lejana
el abismo
Ya tiene el tinte
de tus ojos y escucho gritos:
En el nombre de Cristo te conmino...
En el nombre de Cristo te conmino..
En el nombre de Cristo...
Soy un Espíritu Inmundo
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MIL VECES ADIOS A LA LUZ,
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Mil veces adiós a la Luz VI ( Exorcismo I )
Quizás quién,
por quiénes
y por cuánto
Quizás ya nada
Con los monos
o sin ellos
A campo traviesa
En descampado
Corriendo,
aullando,
blasfemando
Quemando banderas,
quemando naves
En zigzag
Sangrando de narices
(Epistaxis,
dirían los chamanes)
Por qué,
Para qué y Por quién
Flotando
o de vuelo en picada
Gravitando
En juicio ejecutivo
y a fojas cero
Desnudo de alma
Murmurando cavilaciones
sin sentido
Ya no sufrir
la pasión desenfrenada
De aguardar tu llamado
Te imaginé
entre oscuras sábanas
Que se asemejaban
a mortajas de sólo verte
Y quizás tú,
quizás ella,
quizás yo mismo
Rasgando el paño
de la mesa de billar
Pateando puertas
Elevando polvaredas
Oraciones
Alguna solicitud
Y escribiendo por precio
por recompensa
Con premeditación
A través de medios
catastróficos
Con ensañamiento
e ignominia
En nocturnidad
y en despoblado
Escuchando atentamente
Voces pasajeras- estáticas
E inhumanas
En críticos decibeles
y fugacidad
Marchando en fila india
Como estandarte
O a la retaguardia
A paso redoblado
Porque el final
es el comienzo
de otro final
Por quién,
por qué,
por cuánto
o por dónde
Esperando,
esperando
y esperando
Las últimas ondas
en la laguna
del delirio
En que tu mano
se sumerja y
desaparezca
O meditando
trascendentalmente
Humanamente
vociferando
frases entrecortadas
Cometiendo salvajadas
Con razón o sin razón
Por la razón
sin la fuerza
O por la fuerza
de la sin razón
Estallando al azar
Ebrio, preclaro,
preconcebido
Mas nada te interesa,
nada, bien
Que así sea
Doble sanforizado- extra liso
con alas
Sin embargo
Escapar
A vuelo de pájaro
A ras de suelo
A toda víscera
diseminada
A mordiscos,
amoratado
Avergonzado
Un tunante
de última clase
Vil caricatura
Mal fuego
sobre mala leña
Sinuoso
Con las manos limpias
y las uñas sucias
Socavado- sardónico
y condenado
A horcajas
y sangrando
y sangrando
Y sangrando
Con un escopetazo
en el alma
Exorcizado.
Bajo persecución de
Súcubos y lamentos
Súcubos y exigencias
Rogativas varias,
dispersas osamentas
Y frías cenizas
Sereno,
expectante
y exterminado
Por algo menos
que treinta monedas
Por algo más
que un plato de comida
O por sólo bagatelas
Con dignidad o un poco de ella
Y con la frente en alto
Con las botas puestas.
Por ti,
Por quién,
Por alguien más
O por ese afán
de congraciarme
Con tu existencia
Tu substancia
casi ultra terrena
O pedestre
Por dolor o por angustia
y todo por ti
Por ti, por todo
por nada.
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MIL VECES ADIOS A LA LUZ,
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Mil veces adiós a la Luz ( Benzoterapia ) V
Necesito algún antidepresivo
Sin agua ni vasos
Ni premisas ni premuras
Mi angustia prestidigita
Y ahoga
antes no, ahora, después
Escucho voces dije
Dijeron - no te dijera
Que escucho voces
Pero las voces dijeron
Te dijera
Que de algo iba a servir...
Luego dolor que no decae
un eterno efecto colateral
un dolor tras un dolor
tras un dolor
Las voces dijeron
muchas cosas
estabas entre ellas
dijeron que no dijera
las cosas
que ordenaron decir
sólo para no levantar
sospechas
y dar a los pasos
correcto itinerario
palabras sólo palabras
Para no saber
Que la verdad
Puede ser verdad
Hasta que duela.
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MIL VECES ADIOS A LA LUZ,
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Mil veces adiós a la Luz IV
Mi nombre es Eustaquio
No, mi nombre es Carlos
Mi nombre Mahoma
Mi nombre es Ricardo
Siempre quise tener ese nombre
Me bautizaron como Rafael
Como Ramón
Mi firma lo dice, Alberto
Mi gracia, Guillermo
También Rolando y Javier
Martín, Renato, Heraldo
Y Julio César Imperator
El que va a morir te saluda
Octavio más conocido como Augusto
Mi nombre, el puñal, el báculo
Benito
Nombres que combinen
Que adquieran musicalidad
Con apellidos
Y esa identidad trazada
Y no soy único
Tres o más tienen
Mi secuencia de identidad
Distintos rostros
Adolfo, Amílcar Barca, Hugo
Y al llamarme
Contesta una legión
Un millar entorna la vista
Otro millar se esparce
Todo es equívoco
La nada Lleva a la nada
Mi nombre es nada
Lágrima que se derrama en rocío
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MIL VECES ADIOS A LA LUZ,
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Mil veces adiós a la luz III (Y)
Y dije lo que debía decir
Y la docena de minutos inútiles
Y la ebria atmósfera
Y la vanidad desgarrada
Y el declararme, no pareció importar
Y cómo pude hacer eso
Y el rosario brillando entre tus senos
Y la historia de elusión y desdenes
Y las excusas necesarias
Y las llaves del auto
Y el último cigarrillo de la noche
Y el metálico sabor de la angustia
Y la infinita bóveda celeste
(Dios observando)
Y tú cerrando la puerta
Y el semblante vencido
Y el perdón del Espíritu Santo
Y quizás la expiación aguarde
Y luego desvarío,
Y el llanto empapando la memoria
Y la llegada del silencio
Y conciliar forzadamente el sueño
Y la humillada conciencia
Y en fin, sea este escrito el madero
Y clavos para mi crucifixión.
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MIL VECES ADIOS A LA LUZ,
poesía propia
Mil Veces Adiós a la Luz I ( Vigilia )
No necesito respuestas
en tus manos llevas una luz distinta
Eso basta
Suficiente estar separados
Anegando silencios
Estira el hilo
por el laberinto
extravíate cuanto puedas
hállame aunque no lo desees
El cielo
es tan ajeno
Como la vida del prójimo
Sin alas podrás cruzar
El infinito
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MIL VECES ADIOS A LA LUZ,
poesía propia
Mil veces adiós a la Luz II
Permanece esta vigilia
al umbral de un mal sueño
Mientras hablas…
Basta con que te sientes a mi lado
Para que seas profundo misterio
Las cuerdas son más que el viento -digo
Desatas una tormenta desde tus labios
El viento es más que las cuerdas- replicas
Y concluyes entre murmullos
Sólo porque osaste ser habitante
de una memoria en ruinas
Ahora callas…
Un reloj detuvo un exilio rotundo
Deseaste vaciar nuestra imagen
En óleo azul cobalto
Lograr ser inermes ante el afecto,
Ciegamente guiados
en oleajes ajenos al tiempo
Quebrados entre verbos agitados
que no conjugaremos
El precio fue alto
Para no arrebatar nuestras vidas
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MIL VECES ADIOS A LA LUZ,
poesía propia
OFELIA EN UN MUNDO TOXICO ( v 2009)
Abandonados al borde del abismo
Sin palabras para una despedida
Ofelia, Ofelia ,
Mira como se desploman
Desoladas estas frases…
A tu canto
Se le acorta el tiempo
Mi condenada Ofelia
Cavo la tumba
donde reposarán abiertos
los últimos recuerdos
de nuestra estadía
Arrebátame las cenizas
de nuestra larga noche
a cambio de un breve amanecer
Pronto lloverá
Y enjugarás en tu regazo
mi herida conciencia
El alba
huele a almendras amargas…
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MIL VECES ADIOS A LA LUZ,
poesía propia
ADRIANA por EDUARDO J. FARIAS ALDERETE
Claudio cruzó la calle, con el teléfono en el oído. Era la vigésima vez que Adriana le llamaba, en menos de una hora. Como era día de semana, el joven que insistía en rascarse el mentón y dar monosílabos por respuesta, no tenía el menor interés de pasar una noche fuera de casa. Se detuvo en una esquina de la Población O'Higgins, y estiró el brazo. Subió a un colectivo. Apenas guardaba el celular en su bolsillo, éste volvió a vibrar. Contestó a duras penas, mientras buscaba en su bolsillo las monedas para pagar el pasaje. "Para la Gran Vía es el doble", pudo entender que decía el chofer.
A Adriana la conocía desde la universidad, siempre le atrajo, aunque ella llevara un largo noviazgo. Eran siglos viendo a ese hombre maltratar al objeto de su afecto. Pasaron años, hasta que ella consiguió su teléfono, y le llamó. Pudo entender unas cuantas frases tras un mar de lágrimas. El noviazgo había finalizado.
Con pocas expectativas y un ánimo resuelto llegó a la casa de Adriana. Era la decima vez que estaban a solas bajo ese techo . Conocía el guión: pasarían una hora hablando de aquel noviecito fugado desde el altar y él , claro , jugaba de manera impecable el rol de paño de lágrimas.
Era un observador empedernido de las costumbres de Adriana. Cuando ella bebía ron, debía esperar un chaparral de lágrimas, y dolidos gimoteos previos al acto amatorio, era ahí donde le comenzaba a abandonar su atracción hacia ella, volviéndose un paso forzado y hasta trágico. En cambio, el vino le daba, además de un brillo especial en los ojos y la lengua morada, un ánimo tan fogoso, que parecía que una de las pelvis iba a zafarse, la de él o la de ella, mientras una de las dos soñaba extrañamente durante esas sesiones delirantes.
El patrón de conducta no fallaba. Era preciso. Claudio era un hombre que no gustaba de las sorpresas. Sí de esquemas, sí de guiones y de esa palabra que detestaba tanto: rutina, porque para el, naturalmente, los esquemas funcionaban si se repetían y se procedía al pie de la letra, acto por acto, minuto a minuto.
La reticencia a ir a su onceava cita se debía a que el viernes pasado había conocido a la nueva pareja estable de Adriana, un ingeniero de aquellos 4 x 4, pero no de tracción: Cuatro días de faena y cuatro días dándole a Adriana. Claudio no sufrió con la noticia. Observó, creó un esquema de actitudes y aguardó por si una nueva rutina aparecía... de la nada.
Presionó tres veces el timbre. Era su contraseña. Comenzó a mirar entre el enrejado del antejardín. Una silueta esbelta y de mediana altura afirmaba contra su oído un teléfono celular. A medida que se acercaba, escuchó la alegría en esa voz.
Adriana abrió la puerta y siguió conversando. “Sí, acá está, es mi amigo, el que conociste el viernes, me vino a atender”. La mujer sonreía, estaba radiante. Claudio aún no reaccionaba. “¿Te lo paso para que hable contigo?”. Instintivamente alargó su mano hacia la mujer. “Bueno, un besito entonces”. Cortó.
Se cerró la puerta, se aproximaron, y comenzaron a besarte. Trataba de descubrir qué alcohol se escondía tras aquella saliva y ese aliento, pero nada. Su boca siempre sabía a frutas.
Comenzaron a avanzar hacia la puerta de la casa. Ella caminaba en reversa. El bajaba sus manos a la cintura descubriendo que la cubría una toalla seca . Dirigió sus manos ávidas hacia las nalgas de Adriana, para encontrarse con una fresca desnudez. Ahí dejó de importarle lo que pudo haber bebido, sólo disfrutaba esos labios. Cruzaron la sala de la misma manera: subieron las escalas hacia el segundo piso hasta entrar al dormitorio.
Se detuvo en el umbral de la puerta, e inspeccionó rápidamente la disposición de esa habitación perfumada con incienso.
Claudio sintió un escalofrío. Sobre el velador, estaban los vasos al costado de una botella de Mezcal. Al fijarse en el gusano depositado en el fondo, creyó verlo sonreír.
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narrativa propia
La noche de Jazz y Monjas por EDUARDO J. FARIAS ALDERETE
Las generaciones de jovencitas góticas se renuevan. Tienen ese atractivo no sé qué, esas caras pálidas, atuendos oscuros como la noche. Se van renovando, se revisitan como mis sueños con las monjas, en donde yo voy subiendo sus hábitos, penetrándolas como si fueran putas de la calle Condell.
Estos cerros desnudos marcan la piel del alma, si es que existe tal cosa. Y lo pienso, y recuerdo otra vez a las quinceañeras llamando la atención con sus góticos atuendos, mientras el taxi colectivo, al ritmo de Radio Carnaval, toma los caminos más inusitados, que luego de la medianoche te llevan donde quieras, si cargas dinero y no tienes tanta cara de maleante.
Me calo los audífonos como si fuesen un cordón umbilical, y le doy a las canciones aleatorias en el Ipod, la mayoría es jazz del clásico, ese jazz abusivo, fuerte, sincopado y auténtico. Miles Davis parece decir ”yo también he fornicado con religiosas”.
Y como si el poder mental de la invocación fuera aún más poderoso que mis ansias, una muchacha de metro sesenta, de una blancura impresionante, pintarrajeada con dedicación y fruición, detiene el automóvil.
En la próxima esquina, otra muchacha levanta el dedo, y el chofer detiene el vehículo. Regordeta, no más de dieciséis años, registra nerviosamente sus bolsillos. El chofer le entrega su vuelto. Ella lo recibe. Cae una moneda al suelo.
La primera muchacha desaparece de mi campo visual. Vuelvo a pensar en monjas y, con los dedos, golpeteo el borde de la portezuela. De pronto, un fulgor metálico se deposita en el cuello del conductor, décimas de segundo antes que un objeto frío y filoso se apoyara bajo mi oreja izquierda. Un ardor subió desde mi bajo vientre hasta la boca del estomago, y maldije mi costumbre de usar el cinturón de seguridad de una manera rayana en lo dogmático. Me quedé quieto. Coltrane continuaba tocando. La realidad era demasiado riesgosa, como para participar en ella.
El chofer fue saliendo del recorrido, y así nos dirigimos directamente hacia los cerros, hacia esas poblaciones olvidadas de la mano de Dios… eso, quizás a él no le hayan gustado mis fantasías sexuales con monjas, y todo eso.
Ella Fitzgerald se aferró a mis oídos cuando arrancaron mis audífonos. Aun se podía escuchar a la distancia. Radio Carnaval guardaba silencio. Sentí satisfacción, que no duró más que el lapso entre el descenso del objeto corto punzante y el ascenso de un cañón frío y hostil.
En medio del cerro, con la ciudad y sus luces extendidas a nuestros pies, se marchó el vehículo, dejándonos desnudos, las manos cubriendo el pubis. El mareo propio del alcohol aún no disminuía, y el deseo hacia las monjas, tampoco.
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