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sábado, septiembre 21, 2013

LA HIJA VERTIGINOSA I por HUMBERTO DIAZ CASANUEVA


Hija
en tu pie pájaros clavados por una mirada obscura
Tiemblas
Sueltas del cuerpo el muro
Oh písame los ojos cegándome para la mancha
del lobo!
No es maravilloso verte donde hielan el retrato
infinito
verte como el rayo que apoya lo que incendia?
Uno se creería a tientas
La faz llena de vidrio oculto y de pronto
Tú!
Oh tus millares de pies brotando como yemas de la
huesuda tabla en mí plantada!
Nunca esto imaginé
Esta escondida grada hacia una vida
Tú aplastas la serpiente que me da la palidez
Tú haces que la tierra mane sobre la mesa
Nos miramos y reímos
La risa corre las abejas
He soñado otra risa de un maíz más blanco que
por mí pasa
machacado?
Visión horrible
Corazón que acuno como una vieja tumba
Ciervo mis dientes hasta el fondo del despojo
Y veo mi calle erizada de espinas
que me rayó como al Tigre
Veo
Vecinos extasiados sosteniendo el Hongo
Manando más pobreza de bolsillos horrendos
Rostros tan adentro de lo que fueron como ídolos
en la escoria de la llama que los
ojos prendieron en el mundo
Hija
figúrate
Calzar los pies de aquellos muertos en cepos ya
tan hondos
Abrázame
Entra entra en mí
Entreabse la fría paloma que en mí pasa la noche
Véndame el corazón en que me alejo derramado
Alúmbrame la piedra que me queda de la carne
Si tu padre te encierra en el ceño debo llorarte toda
la vida como si alas te siguieran zumbando
después que yo las arrancara?
Cortar el ceño digo
Dorar aquella mordedura que me hice un día con las
cejas en el corazón lleno de plomo!
Aquí locuela al borde del sombrío hundimiento
Salta sobre la palma de mi mano donde pareces un
Ojo azul
que entrara en una órbita vaciada por el miedo
para dar en torno una mirada pura

Avergoncémonos de su mirada cuando realmente nos
distinga !

Pero desapareces
La mano se me apaga en el pavor
del tránsito
Lloro
Los pies retuerzo como lombrices
He brillado en la imposible la enmascarada visita
que una venia degüella?
Oh el morir de nadie no engaña a la memoria!
Suspenso el tiempo por qué así te veo
futura?
Pudiste acaso antes que nacieras sólo cruzar por mí
lagrimeando de la vena que derramo hacia la noche
sin necesidad de que aparecieses de carne?
Soñarte así increíble
habría sido modelarte más intacta?
Dónde dónde estarías dando sombra de otra somhu
más muerta que la muerte?
Ven ven óyeme la mano donde suena la punta de la
flecha
maravilloso ardor
vida más cierta manifestada al tacto de mis llagas!


jueves, agosto 11, 2011

LA HIJA VERTIGINOSA II por HUMBERTO DIAZ CASANUEVA




Si miras al mar que me predice
duermo
La bandada vacía me pasea
Devoro la arena de otro mundo
Me echará la vida otra perla en el helado aliento
otra hoja verde bañada por mi sangre?
No puedo más
Me clavo
la culebra que me sigue
El alma cuento como el parpadeo de un dios perdido
que en mí encontrara el goce de su ausencia
Oh las flechas que soporta la apagada cabellera
de carbón!
Crece niña crece
Echa la carne adentro de una manzana de oro
Crece
más grande y más radiante que una rema extraída
de una pirámide
El portazo de la carne
110 obscurece mi alma hasta creer que todo en ella
se origina?
Oh el manchado asesino de la tierra!
Puede el sueño mostrar mi semejanza en la antorcha
que ilumina la sucia pared?
Al peso del rostro dormido
qué sombra inmensa me está derramando blanco!
Se me ve la muerte blanca como sí el cuerpo henchido
juera un fruto
cálido en la lejanía
que abre una uña
nevada?
Criba el rostro la timcbla madrugando en mi último
día?
Hija
El espejo lanza las chispas de la nieve
Si duras
oh atónita niñez del rostro! veo al pómulo que come
bajo el lino
Te suplico
Sube mi rostro tintineante por tus brazos
Recórtalo de la piedra
Pt'delo con la primera sonrisa
Rasgúñalo
antes que el casco del rabioso caballo lo estampe como
un sello
Cuélgalo por los labios del grito
y así tapa el agujero aborrecible!
y entonces
Cuánta luz carnal para el fiel que ta descifra!
Cuánta hija!
Hija!
Oué palabra es ésta que la lengua afila en medio del
corazón
para llorar riendo
morder tierra hasta sacar sangre
abrazar al primero que pasa
y por fin por fin adivinarlo en la soledad común
adivinarte hermano
como si el amor me descubriera ahora sólo ahora
la extensión secreta de tanto rostro cerquísimo!
Sentémonos
La estera es de manos entrelazadas
Las flores para comida
Me propongo una sQla carne
Una causa que junte al dios con el muñeco
Echenme tierra verde
Venga venga mi flauta ya sangrante
No ven la leve cicatriz en el portillo después de soplar
soplar toda la vida
hasta quedar vacío?
Escuchen
Cuántos pozos cantan donde ¡a niña fué perpetuamente
arrojada!
Mi hija baila
El candelero de mis días sube a la casa
Ondulan las aves del mar sobre la tierra
Con la nevada
la balanza de aquellos brazos
me pesa el alma
Tengo miedo
Ayí
Veo
Dos copas de leche yerta
La invernal primavera donde pintan el velo carcomido
la roca colgada al cuello
Veo
La punta del cuchillo que raja en la obscuridad
al pájaro volando!
Monten monten aquellas alas cortadas!
Vano es el ser que ahonda en su fugaz reflejo su retorno
incesante?
Mírenme en aquella precipitada torre de los miembros
más empinada mientras más inocentel
Así quiero equilibrarme
Construir mi casa resonante
Me sostiene la amenaza del derrumbe!

viernes, febrero 04, 2011

LIBERTAD DOLIENTE por HUMBERTO DIAZ-CASANUEVA




A mi corazón lo sostienen las columnas del sueño,
éste es el secreto que traicionan rojas hachas del día,
nadie puede decir por qué repliega sus alas mundanas,
un poco de fuego lo corona que dedos queridos atizan.


Tan privado de luz, solamente sufre las quemaduras
que la sombra le va haciendo hasta producir su carbón;
de cuanto amé su raíz cruel más sed profunda alienta,
un poco de frío lo cerca que lanzas humanas extienden.


Despegado de mí, lleno de vidrios y de alcoholes
como una rueda soltándose de una carroza nocturna,
toda la noche gira hasta que temblando se desploma,
ay, si la mañana lo hinchara como a la garganta de un pájaro.


Adivino que él se empaña cuando mis párpados se abren
porque en el día la boca lleva su sabor funesto y noble,
con golpes penetrantes a alguna parte del mundo me empuja,
cuando abandone mi frente ¿conoceré su vida cierta?

jueves, diciembre 16, 2010

DESCENSO por HUMBERTO DIAZ CASANUEVA



Para descargar mi gema requiero tantas lontananzas, rostros aún no alabados, zodíaco de felices signos, el poco de agua fría que hay bajo todo desvelo, el sopor del sueño no es tal, qué sublime ejercicio.


Benditas sean las punzadas que por toda el alma circulan sus largos fuegos hasta sus cuernos cantores, mi mirada consume el oro que la tiniebla retiene, en el canto, mi frente deposito en mi lengua.


Una mujer para que su estatua caiga de mis manos, su sien será una poma bajo este ardiente clima, labios que refresquen ojos por las quemaduras del sueño, por ella iré inmolando estas apariencias de vida.


Pero el que está desvelando mi lagar sin descanso pisa tantas uvas negras hasta rebosar mi destino, el pensamiento sin salir hasta los bordes de la noche, me apacigua en lo profundo, mas todo sigue colmándose.
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