martes, enero 16, 2024

ANTOFAGASTA CUÁNTICA por EDUARDO J. FARIAS ALDERETE

 

 Para la mecánica cuántica

Todo momento es presente

Todo momento es pasado

Todo momento es Antofagasta

Aún en alguna habitación

Tengo 4 años y llamo a mi madre

Mamá mamá mama mama

mamaaaaa uuuuuuuuh

Todos crecimos viendo Telenorte

y  Don gato y su pandilla

Ven a cantar conmigo por una

Antofagasta que vive en el recuerdo.

 

Aún reposa en su sueño

Una Cabeza de muñeca en el techo

Los neumáticos arriba de las calaminas

Algunos palopostes al costado

De alguna huella olvidada

Las cámaras de caucho en el mar

con badulaques encima

Ven a cantar conmigo por una

Antofagasta que vive en el alma.

 

Estamos en silencio ante un ocaso

Bellísimo  y ante una costa pletórica de vida 

e ibas al terminal pesquero a comprar

una cojinova de tres metros y medio

por solo 50 pesos

Y teníamos un zoológico con tres monos

y dos caturras y éramos felices

La ira de Dios se desataba cuando recorrías

kiosko tras kiosko y ninguno te vendía

cigarros Life sueltos

Ven a cantar conmigo por una

Antofagasta que quiere ser eterna.

 

 

Cuando en el campeonato de los

Héroes de la Concepción terminábamos

agarrándonos a aletazos 

en plena cancha del Sokol 

con los del IndustrialSanLuisB13ComercialA22

y éramos felices camino a la comisaría

arriba del pan de molde

Porque andar de cráneo rapado era de lanzas

y cada tatuaje era canero y aún así, éramos felices

Ven a cantar conmigo por una

Antofagasta que respira y es única.

Y Caremuela te encontraba en Condell con Prat

a las afueras de la librería Barcelona

y te macheteaba un pucho mientras

veías bailar al Chico de las conchas

Y eras feliz y airado y sin cigarros

de tanto macheteo angustiante

Camina! Antes de que el alma

se te sature de etil vinilo acetato,

poliuretano inyectado, policarbonato

o el polvo te mata

O te conviertas en una masa

de carbohidratos caminante

Ven a cantar conmigo por una

Antofagasta de brazos abiertos

 

Y las poblaciones olían a pan amasado

con mantequilla y la CCU en calle Zenteno

A cebada cocida a un mar nuevo

A cuentas del almacén aún sin pagar

Y todo era hermoso y azafrán

antes de la llegada de las multitiendas y los malls

y los edificios cubriéndote la vista

del horizonte

Mario y Teresa Vernal presentan

por última vez su última obra

en el local de calle Simón Bolívar

Ven a cantar conmigo  por una

Antofagasta que no quiere olvidar.

 

El CDA baja y sube de la Primera

a la Segunda División

Te sentabas frente al Caracol y cada día

desfilaba frente a ti, los Rojas,

Los Tapias, los Flores, Miranda, Torres

Vegas, López, Mamanis, Ticunas, Quispes

Los Cerda, Anunakis, Mandalorians

Arturitos, Pituncios, Pasturris, Birlibirloques

Bufones, Estudiantes, Colegialas y oficinistas

Emos,  Estafadores y Testigos de Jehová

Vagabundos predicadores

Floreal Recabarren

 

Ven a cantar por una Antofagasta que no

Quiere morir

En algún rincón Aún Carlos Massardo

te ofrece un café

Están cayendo las primeras gotas

De un aluvión infame

Mateo baila eternamente en la Mákina

José Palma cruza la plaza Colón

Va con  un cuaderno y una lapicera en sus manos

Se dirige a la biblioteca regional

Y aún no llega aún no

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LA MÁQUINA DEL ORGASMO INFINITO DE JULIO MEZA DIAZ: ENTRE LA VIDENCIA Y EL DELIRIO por EDUARDO J. FARIAS ALDERETE


Al lenguaje claro y fresco de Meza debemos anteponer lo profundo de un mensaje en este viaje a las profundidades de una distopía salvaje. Las imágenes sirven completamente a la trama que a ratos enloquece o delira, transportándonos o repeliéndonos a una “realidad aumentada”. Es probable que para muchos caigan bajo el poder de esta fuerza centrífuga.  Pero para entender estas palabras hay que iniciar por lo básico. Este libro está compuesto por cuatro relatos concebidos dentro de un mismo universo: Como un mono-Fredo-La Máquina del Orgasmo Infinito-Vargas Yosa. Bajo la premisa que el lector intuye como este planeta y esta sociedad en un futuro no tan distante, logramos entre delirantes y vertiginosas escenas develar una visión crítica de nuestra realidad y una evolución factible de este sistema económico-social perverso, quizás aún no sea tan perverso, pero día a día nos da la impresión que hacia allá se dirige.

El tratamiento de cada uno de los personajes , desde los principales hasta  los terciarios nos da la idea de una alienación de la moralidad tendiente al relajo de las normas y a fin de cuenta la casi desaparición de los frenos inhibitorios lo que lleva la narración a un nivel superior en el género de la ciencia ficción, se juega a la pantomima, el descaro, la locura, lo sacrílego, lo punzantemente provocativo,  a lo indecible y sin embargo el entusiasmo del lector entendido permanece allí, con descubrir a que otro anillo de este infierno tecnológico-orgánico nos transportaremos.

Frente a lo aquí escrito es de una claridad de que no deja lugar a dudas que lo que actualmente sostiene nuestra sociedad se encuentra en esta narrativa como valóricamente derruida y transformada de tal manera que aquel que existe y cree férreamente en ellas como razón de vida se hallará página a página movido al horror y al espanto. Sin sutileza, descarnada y brillantemente desafiante, esta obra de Julio Meza Díaz, es en sí un reto de una exquisitez abismante. Se preguntaré por qué este superlativo comentario, pero se debe ser testigo de cuadro a cuadro de estos relatos donde la música se presenta como un elemento familiar y cotidiano, con la función de resaltar lo humano que aún se mantiene en las escenas y cuadros de los que se es testigo. Las emociones penden del horror a la risa espontánea, de la compasión a la ira y de la curiosidad al deseo de dejarse llevar por el relato hasta el final.

Ahora, vamos al relato que da nombre a este libro: La Máquina del Orgasmo Infinito, el relato más vigoroso del conjunto y allí se entiende el nombre de la obra en comento. No nueva la idea en la literatura de que dentro de la anatomía humana uno de los órganos toma vida propia y hasta se separa del cuerpo al que pertenece. Con un caso similar nos encontramos, pero donde se resalta este detalle, es en cómo se refiere a este elemento anatómico, como el narrador nos hace la idea de su constitución y belleza, a ratos sutilmente, a ratos rudo y dominado por el instinto. En ese juego de ideas e imágenes se deposita la confianza de la narrativa de Meza Díaz, en ese continuo lúdico, en esa exploración de su imaginario.

Ante el delirio desatado me veo en la obligación personal de intuir fuentes de afianzar referencias quizás propias, quizás ajenas. Ante la pletórica explosión de imágenes y escenas inverosímiles, audaces y rotundas, se me antoja una dirección de Cronenberg, indiferente si es el hijo o el padre, me sigue Brazil de Terry Gilliam o su Tideland,  Lewis  Carroll, Liebre de Abril, Sombrerero y compañía limitada, algo de Jean-Pierre Jeunet y de un modo irreverentemente  tangencial a  Rick y Morty. Con esto rompo una de mis reglas fundamentales.

Una escritura audaz, ágil, divertida, que sabe mantener al lector con el interés de continuar hasta el final. Altamente recomendable. LA MÁQUINA DEL ORGASMO INFINITO de Julio Meza Díaz. 215 páginas, 2023.Editorial Emergencia Narrativa.

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