Cierra. La puerta del tiempo
reta con llevar nuestra memoria,
la lluvia afuera arrecia
y ahora el desierto,
el sol y
las tardes jugando a ser
locas brújulas;
son dibujos sepia que hice para
ti.
La puerta nos llama
y aún no alcanzamos nuestras
manos.
Me intuyes oscuro y sucio de
tristeza
y aguacero
¿Viste, Ágata de los ojos?
¿Viste al mundo girar loco
y en contra de las manecillas
del dolor?
Ágata hay luz aún en nuestros
versos
hay el trazo indeciso de mil
destinos
hay, te aseguro, mil vientres
por los cuales nacer
hay paisajes en que nos
buscaremos.
Ríes apenas rozando
las cuerdas del agua
y eres fuego que amenaza
consumir las páginas de nuestro
libro.
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