Nadie debe hacer ruido en el secreto corazón. Amo las
apariencias del no ser natural. La verdadera nada es el
espejo que envenena los rostros del deseo, convierte a
la memoria en cuerpo fugitivo de la unión. Desde que
nací estoy lleno y vacío de mí mismo y así conozco que
la verdad más inocente es un destino.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario