martes, noviembre 18, 2014

EL MOMENTO NO ES BUENO de BUNKER: CARTOGRAFIA DE PASIONES por EDUARDO J. FARIAS ALDERETE


Bunker es un poeta curtido por los continuos paisajes a los que se ha visto expuesto. Cada uno de ellos va dejando una marca en el alma, es así como el escribir se vuelve un acto de expiación, entre los pasillos de la soledad o uno de contrición en el descenso a los infiernos. Lo cierto es que en la autenticidad de sus versos nos encontramos de plano con  el aroma  a las distancias, el testimonio fiel del poeta nos deja en claro cómo va dejando un trayecto de ires y venires cada uno con su costo espiritual.

El lector pasea su vista  estrofa por estrofa en una cosmovisión donde pareciese confundir el alma con los terrenos donde se desplaza, la ciudad es más que una ciudad y un amante más que eso, son claves precisas para abrir ventanas de la vivencia. Todos los elementos de cada poema van en pos de eso, el dato geográfico, la mujer amante y lo que entrega o lo que quita, objetos cuya cotidianeidad nos enlaza a nuestras propias vivencias.
Me observaste sin espetar prudencia,
tus ojos seguían a mis dedos (del cigarrillo
al lápiz, del lápiz a la taza, de la taza
al libro de González Tuñón, del libro
de González Tuñón al cigarrillo).”

- TESTIMONIO PORTEÑO.

“Hay tanto de ti en mi valija, tanto,
que lleno los cajones de ti,
te guardo en el closet,
te dejo sobre el velador,
hay libros con tu rostro,
botellas transparentes como tu ser.”

- TÚ EN MI EQUIPAJE.

El lector que abre sus horizontes y su propia historia  entra en comunión con los poemas de El Momento no es bueno, no hay tiempo de arrepentirse, ya que al siguiente poema se abre otra página de historia, como cuando el alma se tatúa de iconos y cada uno de ellos es una historia independiente, tatuajes que cubren la totalidad del alma. Somos testigos y si nos atrevemos también protagonistas, nos calzamos el traje, la máscara y  vamos experimentando esa partición del corazón, esa idea continua del abandono, esa renuncia emparentada con la soledad y lo que va quedando detrás.

Hay nombres para esas mujeres que aparecen, pero se confunden con las conocidas por el lector, el viaje de Bunker, es el viaje de todos los hombres en esa educación sentimental abrupta, a ratos ciega, también a ratos entregada al dolor.

Pero Carmen tiene dieciséis heridas
en sus muñecas, una por cada año de vida,
una por cada viaje que con los dedos realiza,
una por cada amor que se ha ido.”

- CARMEN

“¿Lo recuerdas?
Buenos Aires llovía, alguien a lo lejos
susurraba tu nombre ─Judith, Judith,Judith─
tres veces, pero tú no te dabas cuenta.”

- TESTIMONIO PORTEÑO

Los datos geográficos nos entregan referencias, pero es más que eso, aún más que un testimonio cartográfico, o un camino de migas  o la certeza de que el viaje externo es tan valioso como el periplo interno.
Mañana Córdoba te suplica,
Antofagasta acabar conmigo quiere,
y qué más da si el recuerdo próximo naufraga
en lo que no quieres comprender.”

- LETANÍA.

“Pero ella te citará en el Parque Avaroa
a la hora del adiós, mientras la ciudad
enciende la koha para chayar a sus muertos
en un amanecer púrpura,
luego de que los tinkus
se emborrachen en promesas,
mientras la esperas bajo la lluvia.”

- CARMEN.
Los bares, las barras, las noches eternas, las noches efímeras, los cigarrillos en ayunas, el café, las maldiciones que calan los huesos, los autobuses, los aeropuertos, las maletas, las habitaciones oscuras, las direcciones inolvidables, elementos necesarios para este mapa dolido, este mapa pleno de una pasión que solo puede ser generada con el goce y el sufrimientos a flor de piel.
Entonces:
Ten amor, estas, mis lágrimas que caen en
tus ojos (son de espuma y sal), buscan
lavar mi imagen de tus retinas.

Ya tu mano se bifurca de mi camino,
y tu cama pretende extrañar el fuego
que encendimos a los meses
con nuestros cuerpos.

Entiende que duele más tu presencia,
que el abandono próximo,
y corta con navajas aquellas promesas
de San Telmo; ¿las recuerdas?

- LETANÍA

El momento no es bueno, un arte de sobrevivencia, desde un espejo hecho de versos, la brújula sobre la carta geográfica, la aguja del norte, enloquecida… todo sucede o todo sucedió o todo sucederá como un ensayo, quizás la vida de todos los poetas individualmente considerados  sólo sea un ensayo, un vasto y testimonial ensayo. Bunker y sus poemas pueden darnos algo de eso, el testimonio de vida hecho versos, siempre supera al poeta, siempre supera al hombre de carne y hueso.


EL MOMENTO NO ES BUENO, Segunda Edición. EDICIONES DEL MAL. Septiembre del 2014.

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