jueves, diciembre 31, 2009
IX DOS ÓBOLOS
La tarde peinaba la arboleda,
el susurro de hojas arrulla
el juego de sus cortos 7 años
A lo lejos la leña crepitaba
bajo un grueso metal
La forja
como decía su padre
“templa y fortalece el espíritu”
La quietud embriaga
dulce vid…
Al grito paterno
las delgadas piernas
enfilaron hacia el rudo llamado
Lenta la voz comenzó a brotar:
"…Nada como ser igual al viento
Traidor y frío como el mar
con un corazón igual de infinito
Nada más seguro que
Miseria ha sido tu madre
Tu hermana, esposa y regazo
Será ella la que te escancie el vino
en noche de juerga
Será ella la que te acompañe
en los momentos de aflicción
Te amamantó, te ha visto crecer
Y será ella quien te amortaje
Estira ambas manos…
Las palmas hacia arriba
Cierra los ojos!!!"
Pronto algo como dos soles
Cayeron sobre las manos
El intenso dolor
Contrastó con la fría voz:
"Para cuando cruces el Estigia
Muéstrale tus manos a Caronte…"
Etiquetas:
ARGONAUTICA,
poesía propia
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