jueves, diciembre 31, 2009
ARGONAUTICA VI
Un reloj simula latidos
se deshace la imagen
opaca del mundo.
Un latido, un latido, uno, uno
Uno, uno, uno, uno, uno, uno
Y de tres bocados devoras
este corazón
dividido en otoños
y altibajos
Sólo un condenado falsario
deja de mentir en el lecho
Qué si la noche
da lenta despedida
tibieza de carnes y esa piel
La mañana parece coronar
sienes casi materialmente
Y dichoso tan dichoso ,
pero menos dichoso
Desgraciado, tan desgraciado,
pero menos desgraciado
se cierra firme la puerta a su espalda
Una página va volando
como semilla de cardo e hilos de lujuria
Uno- uno- uno y continúa caminando
Uno- uno- uno y continúa latiendo
Etiquetas:
ARGONAUTICA,
poesía propia
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