jueves, diciembre 31, 2009
ARGONAUTICA XII
Luna tropieza entre los barrotes
Envuelta de ecos y alaridos…
Arriba Miseria ataviada de infancia
sucio el rostro,
pequeñas manos
acariciando las sienes del Lobo
Te escucharé esta vez,
enviaré tu mensaje
hasta dónde ella esté
¿deseas que venga?
Lo haré aunque la encuentre
en otros mundos y otras historias…
El Tiempo le viste de andrajos
de acres efluvios emanando
desde su piel de niña
No sufras, pronto terminará
Los dedos por el pelaje húmedo
sangre fresca, hecha llaga
lamento y salitre
Estuve contigo antes, estoy aquí
Imágenes como naipes cayendo,
inmóvil la fortuna
sobre una mesa desnuda como destino
Hubo soles hirientes
y lluvias interminables
royendo hasta el hueso
médulas putrefactas
de tanta intemperie y agua
los maderos calcinados
de la nave Argos
Corazón moribundo pero firme
Agónico pero combativo
Estuve contigo entre turbulentas mareas,
noches atormentadas
fustigadas en lo más íntimo
lamentos pariendo ecos
Entre desnudas montañas…
Mujer crucificada a sus brazos
cruz piel y sudor trémulo
noche constante en el corazón
La madrugada crucificando a ambos
De nada sirve orar
ahora que resuelvo tu latido siniestro
tu aliento a derrota eterna
Esta, tu presencia es sólo un rastro delicado
de lo que pudiste ser y no serás…
Las pequeñas manos palmotean
la cabeza del Lobo
Corren los tiempos
Melodía que se diluida
En brisa y distancia
Arrastraré tu mensaje por la tierra
No temas, arribará a su destino
Etiquetas:
ARGONAUTICA,
poesía propia
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