La poesía
chilena viene
de una
soberbia paliza real
No lo digo
yo sino un ángel subiendo
infierno,
pero ¿No lo digo yo?
¿Acaso no
lo digo yo también?
¿No lo
dices tú igualmente, dolor, hipócrita
lector mi
semejante, mi hermano?
¿No lo dice
la niña tú misma,
que canta
por las noches la misa de Dios?
¿No lo dice
el volantín tricolor en septiembre?
¿No lo dice
la Mistral?
¿No lo dice
mi madre llorando?
¿No lo dice
mi madre riendo?
¿No lo dice
mi madre?
Esta
guitarra está cansada de sonar despacio
Lo que debería unirnos tendría que ser
otra cosa
Debería pegarnos algo que fuese
pegamento
Pero eres tú dolor, eres tú quien nos amarra:
-La poesía
completa viene de un soberbio ¡paf! real
No hay comentarios.:
Publicar un comentario