XIX
EL SOL
Fue para diseñar alas
que nací entre tus dudas
sepias e grises
concebido en angustias heridas
cera plumas ámbar aritmética
y bestia de crudo dolor
Nacido en tu lágrima
en el pálido lúpulo de tu cuarto
Niña, mi niña
te llevo a mi pecho
corro llagado por las calles
aferrado a tu sombra
que es otra luz dentro del útero
frío y penumbra
¿Llevamos un torbellino desgarrador
en vez de corazón y cordura?
Tal vez ceguera
Fue para portar alas
que mi dorso fue diseñado
Porque entre élitros
no caben sollozos
no taxónoma
de iras y rostros
sopla feble la memoria
sobre candelas
que la oscuridad hurte
lo absoluto y desaparezca
Serás astro
mi astro con suficiente ardor
para derribarme a las rocas
Suicidas pupilas
vendajes de hiedra y tul
tanta leyenda y caída
desbaratando trazo a trazo
el ala tierna de fervores
Caída y caída, elocuente caída
en picada y caída
especia que emana del vientre
latidos y gotas envolventes
Hiede a anís
dentro del cráneo
ardor de hinojos
huesos fragmentados
Niña, mi niña
abrasa mi regazo
de cenizas totales
anís que alivia los sueños.
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