XV
No mientes
las lágrimas no pueden mentir
No corrompes
en lo cristalino de tus roces
No cubres
con palabras
nuestros abismos salvables
nuestros recursos de última hora
en este momento en
que el tablero no existe
no hay jugada
ni piezas que no sean
nuestras manos estrechándose
Abrazándonos
no hay espacio
para embustes ni halagos
ni miradas ajenas.
susurros inesperados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario