martes, marzo 22, 2011

PRIMERO SE LLEVARON por BERTOLT BRECHT




Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó.
Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó.
Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero tampoco me importó.

Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me importó.
Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó.
Ahora vienen a por mí, pero ya es demasiado tarde.

10 comentarios:

  1. A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César.
    Este texto atribuido a Bertolt Brecht, realmente pertenece al pastor luterano alemán Martin Niemöller (1892–1984), es parte de un sermón dado por él en la Semana Santa de 1946 y dice así:
    Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista.
    Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata. Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista.
    Cuando vinieron a buscar a los judíos, no protesté, porque yo no era judío.
    Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar.

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    1. Siento haber llegado tarde con otra posible respuesta. Aparentemente el texto en el discurso de un nazi arrepentido, como Nimöller, fue posterior a la expresión de B. Brecht (he encontrado citas con fecha 1931). Una actriz argentina, amiga personal de la esposa de Brecht, dio testimonio de ello hace mucho tiempo.

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  2. SI USTED FUERA ALGUIEN MAS DESPIERTO Y ALGUIEN QUE EN REALIDAD FUERA MAS LECTOR DESCUBRIRIA ; oH DIOS DE LOS CIELOS!!! QUE ESTA EL TEXTO DE SAN MARTIN NIEMOLLER Y ESA HISTORIETA A LA QUE USTED HACE ALUSION ESTA IMPLICITA AL PONER LOS DOS TEXTOS, EL QUE BUSCA SIEMPRE ENCUENTRA, NO SEA SONSO Y DESE EL TIEMPO DE LEER LO MAS POSIBLE DENTRO DEL BLOG

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  3. El texto de tiene fecha de 1946, según Cipe Lincovsky (que según leí era amiga de la esposa de Brecht) el texto es de Brecht. Y en un libro leí la fecha del poema con autoría de Brecht en 1933. Existe una pequeña diferencia textual entre uno y otro poema, PERO EL CONCEPTO ES EL MISMO. Me inclino por Brecht.

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  4. La historia de este famoso poema esta atravesada por el error frecuente, la contradicción existencial, el cambio permanente de sus formas, la aprobación post mortem de su versión escrita y la desfachatada falacia de ciertos “demócratas”. No pertenece a quien con frecuencia se le ha atribuido; nunca fue escrito exactamente como lo conocemos por su verdadero creador; sufrió numerosas modificaciones en su construcción; la versión finalmente aprobada es la que dio la segunda esposa del autor, Sibylle Sarah Niemoeller-von Sell, cuando éste ya había fallecido.

    Desmenucemos entonces cuál es la historia de un poema sin título pero que suele ser presentado como “Ellos vinieron”. Lo primero que hay que decir es que el error lo ha acompañado por años, ya que ha sido atribuido en reiteradas ocasiones al dramaturgo y poeta alemán Bertolt Brecht (1898-1956) sin que el mismo tuviese ninguna responsabilidad al respecto; error que se ha multiplicado hasta el hartazgo desde que existe Internet. Ocurre que el verdadero gestor de lo que hoy se conoce como el poema “Ellos vinieron” fue el alemán Friedrich Gustav Emil Martin Niemöller (1892-1984), quien a lo largo de su curiosísima historia de vida recorrió el largo camino que va desde la condición de comandante de un submarino alemán durante la Primera Guerra a pastor, y de su inicial apoyo como pastor al nazismo hasta la lucha contra las guerras desatadas por el imperialismo, al punto de visitar en 1965 Vietnam del Norte para reunirse con Ho Chi Minh.

    Niemöller tenía una visión prejuiciosa del movimiento obrero y manifestaba serias simpatías por el antisemitismo, todo lo cual lo condujo casi con naturalidad en la Alemania de los años treinta hacia el apoyo a Hitler. Sin embargo, sus diferencias con el régimen se fueron desarrollando poco a poco, pasando a la indiferencia y luego a oponerse a que su iglesia fuese funcional a las imposiciones nazis, pues consideraba que su único referente sólo podía ser Dios. Esta nueva situación lo condujo, como era de esperar en una coyuntura política dominada por la expresión más bárbara que ha gestado el capitalismo, en un primer momento a prisión y luego a los tenebrosos campos de concentración del nazismo, siendo recluido tanto en Sachsenhausen como en Dachau.

    Recién cuando en 1945 termina la Segunda Guerra recuperó la libertad regresando a su actividad como pastor protestante. Y fue precisamente durante sus sermones cuando comenzó a gestar paulatinamente, con modificaciones introducidas en cada uno de ellos, el poema que estoy considerando. Pero la que finalmente se convertiría en la versión escrita aprobada es la que dio su esposa Sibylle Sarah Niemoeller-von Sell, quien había escuchado por primera vez al que muchos años más tarde sería su compañero cuando era apenas una niña.

    La historia del poema no es ajena a la propia historia de vida del Martin Niemöller, quien en un giro de 180º pasó de su inicial complicidad con el régimen nazi hacia el compromiso militante por la paz. Su increíble metamorfosis ideológica lo condujo en el final de su vida, cuando ya había alcanzado los 90 años y se autodefinía como un revolucionario, a expresar irónicamente que si viviera hasta los 100 quizás acabaría siendo anarquista. Este hombre pues ha sido el verdadero responsable de un poema famoso que recorrió el mundo rodeado de equívocos.

    Como dato nada menor, para culminar el sintético relato de esta apasionante historia, cabe acotar que allí donde el capitalismo occidental intenta definir lo que sería su paradigmático estilo de vida, Estados Unidos de Norteamérica, y en un espacio reservado a la muy necesaria memoria del horror, como es el Museo del Holocausto en Washington, la presentación del poema tiene una curiosa e inquietante particularidad (otra más), se le ha amputado nada menos que su primera frase, aquella con la que Niemöller invariablemente iniciaba su exposición:

    "Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.”

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    1. http://gatopistola.blogspot.cl/2011/03/cuandopor-martin-niemoller.html

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    2. La verdad es que este poema lo leí por primera vez en un texto de CASTELLANO para Cuarto Medio, de la Editorial Santillana que data de la década de los 80, lo leí nuevamente el año 92 (mucho antes de la masificación del internet) y se reafirmó, mi impresión, ahora, esta entrada esta acompañada por parte del sermón de Neimoller, cosa que el humilde lector, en lo profundo de su conciencia juzgue CON QUE VERSION SE QUEDA, más allá de quien sea el autor, vale más la humanidad que se plasma en esas palabras ante el dilema de quien lo escribió o no, personalmente , me quedo con las dos versiones y con el sentido "vertebral" de los textos.

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    3. Gracias por los comentarios, muy interesantes.

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  5. Dios bendiga tu lucidez despierta coma la de Funes el memorioso.

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  6. HONESTAMENTE ME IMPORTA MUY POCO EL AUTOR ,SI LA PROFUNDIDAD QUE TIENE AL DEMOSTRAR LAS MISERIAS DEL MAL LLAMADO HUMANO, Y QUE EL AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS ES UNA MENTIRA , TODOS SON DEFENSORES DE SU VIDA Y LA VIDA DEL OTRO NO LE IMPORTA EN ABSOLUTO , Y COMO MISERABLES QUE SOMOS , CUANDO NOS TOCA A NOSOTROS QUEREMOS QUE LOS OTROS REALICEN POR NOSOTROS LO QUE NOSOTROS COMO MISERABLES NO HICIMOS POR EL OTRO .

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