miércoles, enero 27, 2016
LA POESÍA por MARIANNE MOORE
A mí también me disgusta; hay cosas que son importantes,
más que todo este violineo.
Leyéndola, no obstante, con perfecto desprecio por ella,
se descubre que hay en
ella, después de todo, lugar para lo genuino.
Manos que pueden agarrar, ojos
que pueden dilatarse, pelo que puede erizarse,
si debe; estas cosas son importantes, no porque una
altisonante interpretación pueda encajarse sobre ellas, sino
porque son
útiles; cuando se vuelven tan derivativas hasta volverse
ininteligibles,
la misma cosa puede decirse de todos nosotros que nosotros
no admiramos lo que
no podemos entender; el vampiro,
colgado cabeza abajo o en busca de algo que
comer; los elefantes, empujando; un caballo salvaje;
revolcándose; un incansable lobo, bajo
un árbol; el inconmovible crítico que sacude su
piel como caballo al sentir una pulga; el
baséball-fan, el estadístico;
ni es válido
hacer una discriminación contra “documentos
comerciales y textos escolares”; todos estos fenómenos
son importantes. Debe hacer una distinción,
sin embargo; cuando son arrastrados a prominencia por
semipoetas, el resultado no es poesía,
ni hasta que los poetas de entre nosotros puedan ser
“literalistas de
la imaginación”, por encima de
insolencia y trivialidad, y puedan presentar
a inspección imaginarios jardines con verdaderos sapos
en ellos, no tendrémos
la. Entretanto, si pedís, por una parte,
la materia prima de la poesía en
toda su crudeza y
la que es, por otra parte,
genuina, entonces estáis interesados en la poesía.
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