domingo, marzo 11, 2012

SALMO III por ALLEN GINSBERG



A Dios: que ilumine a todos los hombres.
Empezando por los bajos fondos.
Que Occidente y Washington se transformen
en un lugar más elevado, la plaza de la eternidad.
Ilumina a los soldadores de los astilleros
con el resplandor de sus sopletes.
Que el operario de la grúa alce su brazo alegremente.
Que los elevadores crujan y hablen, ascendiendo
y descendiendo con temor reverencial.
Que la misericordia de la dirección de la flor llame
al ojo.
Que la flor recta hable de los propósitos
de su rectitud—buscar la luz.
Que la flor retorcida hable de los propósitos de
su retorcimiento—buscar la luz.
Que la rectitud y el retorcimiento hablen de la luz.
Que Puget Sound sea una explosión de luz.
Me alimento de tu nombre como una cucaracha de
una migaja de pan—esta cucaracha es sagrada.



Seattle 1956

2 comentarios:

  1. Uno de los grandes. Sí señor. Saludos desde Barcelona.


    VD

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  2. no lo he entendido muy bien pero me ha gustado mucho, si tuviera que seguir a a alguien... que fuera alguien como tu. Gracias!

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