Las alas de colibrí
sostienen en el aire
la azul vibración
de un cristal
En tus brazos
puedes abarcar
toda la dulzura
de los días
Me llaman
luciérnagas
al ritmo grave
de la noche
y no respondo
al airado
arrebol
después del alba
por no decir
que busco
respirarte
a mediodía
que espero
en el sustantivo
abierto
de la vida
que algo digas
y espero
y espero
gris en el día
Y no lo dices.
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