Entramos en las urbes del Sur
se nos aceleraban los pensamientos al roce del vuelo
de las aves
habia ciudades hechas de carne
habia ciudades enteras orgánicas latientes
habia edificios que respiraban con inhumana lentitud
habia edificios zócalos muros cines corredores
que subian y bajaban lentos
en sus sistoles y diastoles enfermos
todo esto está vivo dijo una voz
habia mucha noche
mas noches de las jamás previstas y cuerpos
deslizándose en esas noches
que parecian barcos fantasmas deslizandose por esas noches
mujeres (colegialas, vestales, prostitutas,
puberes e impuberes, todo el catalago soñado)
oro no habia
habia música electrónica signos habia
peces
advertencias
no toques lo que late porque desaparecera al punto del tacto
dijo una voz
cada cosa relumbra con el brillo
que sueña tu ojo
y hubo miedo a que no hubiera nada
los escapes de los cines nos servían de refugios miradores
tuvimos que adecuar la mirada imaginar el tacto
entresoñar el coito
amamos los unos a los otros en el más total de los silencios
queriamos metenernos en esas visiones
empapasnos destas vestales
no toques lo que late porque desaparecera al punto del tacto
dijo la voz
pero todo latia casi imperceptible
con pasmosa lentitud
acequias prostibulos semiforos vitrinas y los cuerpos
todo subia y bajaba despoblado
en sus sistoles y diastoles
baldíos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario