La voz poética de Andrea López
Kosak (Bahía Blanca, 1976) en LE DAN HUESO se ve inmersa en una vorágine de imágenes y símbolos
a los que enfrenta con una pasividad de quien, soñando, se entrega a escenarios
como el desierto un bosque sin lobo, una
carretera un toilette, lo interesante es como su espíritu va describiendo este
periplo desde sensaciones térmicas hasta
un sentido del humor lindando lo absurdo.
Lo onírico es una fuente infinita
de poemas y versos y esta quizás una de
las más legitimas formas para describirlo, una manifestación pura un brotar de
palabras que intentan apresar lo complejo e inasible de las imágenes, López va
tras este objetivo, hay imágenes tácitas de las cuales no es necesario que se
materialicen:
En el bosque
mientras
tanto
juguemos
a qué
jugamos
en el bosque
todavía
juguemos en
el bosque
aquel
a que todavía
jugamos a que no
está listo
en el bosque
mientras está
el que todavía
no
qué bosque,
a qué
jugamos
Pero donde este viaje entre el sueño y
la materialidad que le puede dar la poesía está en una expresión técnicamente depurada
es en RUTA 14 donde el yo-lírico se declara sin lugar a dudas como la
protagonista de este sueño, hay un infructuoso intento de resistencia ante una
trama que carece de lógica y reduce al mundo en tres o cuatro versos , donde se
le describe como peligroso, mas lo interesante del texto va en las diversas
alusiones y símbolos utilizados, el
juego alcanza en la pulcritud del verso
en una cadencia que se asimila a un delirio de formas las imágenes cotidianas
se tergiversan en un universo en que el la protagonista aún tiene un conflicto
que solucionar y donde su integridad
personal se diluye a instantes. Sin embargo hay una calma que se transmite al
lector que entra en la comunión del sueño, como espectador de un film a ratos paradójico,
violento o inestable, inevitablemente se
espera la próxima imagen y lo más seguro será como en todas nuestras sesiones
oníricas, despertemos en el momento más inesperados.
El taxista
lo recuerda bien.
Soñaba con
el sol triturándome el pellejo, animales con
[cabeza de
animal.
Nos rodean.
Miro desde
el colectivo.
El pez
necesitaba vivir en el muelle y el tipo en el agua.
¿Alguno se
atrevió?
No. Porque
es un chiste.
Nos
inmola la ciudad. Nos anima la ciudad.
La edición de este libro es atractiva
por la dimensión en que está diseñada, catorce por catorce centímetros y el número de páginas.
LE DAN HUESO,Andrea López Kosak. 30 páginas , Editorial
Cinosargo, Arica
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