La formidable imaginería de
Espinoza Bardi embarga otra vez, Urlo me recuerda a un aforismo de Nietzsche: “Los
defensores de los delincuentes , a veces no saben poner en relieve la terrible
belleza del delito a favor del reo”, luego y para fraseando , podría decir sin
ánimo de quedar corto: “Hay artistas que alaban crímenes, que saben poner en un
relieve sublime, la terrible belleza del crimen a favor del criminal”, las
experiencias del ser humano han sido abarcadas por todo tipo de arte casi desde
el alba de la civilización, desde lo más “puro” y moral hasta los estratos más
oscuros de ese fenómeno muchas veces explicado y rebatido llamado humanidad.
Espinoza Bardi nos entrega las claves
exactas de la psique de un asesino serial, se imbuye de sus diversas
personalidades y perfiles para entregarnos los diversos aspectos gore y
descriptivos que éstos llegando a alturas insospechadas, ¿hay belleza en ello? Indudable,
el uso de las palabras precisas, las descripciones que van sembrando en la
mente del lector pesadillas y deseos inconfesables es tal que logra aceitar esa
máquina oculta y oxidada en el fondo de la moral, esa que logramos apartar de los ojos del prójimo como
con un piadoso desdén.
La moralidad y la inconsecuencia
del hombre contemporáneo aún no expulsa de sí, ese talento imaginario para
poder matar a sangre fría y mucho menos
esa temible admiración que posee hacia aquello que le abisma, ese terror que
seduce más allá del bien y el mal. Hay diversas máscaras piadosas, desde el
vegano, hasta el animalista que no expresa ni el más mínimo rasgo de piedad
para con el prójimo, el intolerante que se viste de tolerancia, el anti sistémico
que profita de todas las tecnologías, hay , señores en todos ellos , la
capacidad y el morbo de ver como la
sangre fluye , como blandir un puñal y arrebatarle la vida a cualquiera que se
oponga a sus ideales, si , es una exageración, pero el horrorizarse ante un
asesinato bien ejecutado, no les libera de ese otro que habita en su laberíntica
personalidad.
Advertencia, esta estética puede
ser dañina a la conciencia. Todo crimen debe ser condenado y expulsado de
nuestra civilización, pero sin embargo hay un atractivo en ello , que hace coleccionar
comics, ver films , poner una atención única a aquellos documentales policiales,
las notas rojas en los periódicos, porque hay un atractivo innegable, Espinoza
Bardi sabe de aquello haciendo de la literatura un instrumento acerado que cala hondo en el
imaginario colectivo, un maestro de las imágenes, Urlo es la muestra de haber alcanzado una madurez en el arte de
avasallar la conciencia y desmenuzar la moralidad.
Es cierto que aquellos que alegan
que la realidad supera a la ficción, tomarán distancia con esta obra, pero les
recuerdo que la ficción puede recrear lo que vemos como simples espectadores,
para ubicarnos inapelablemente dentro de la piel de quien sin el menor reparo hunde en las tibias y palpitantes
profundidades de un vientre el acero inoxidable de un cuchillo que en este preciso instante reposa
en el cajón de un mueble de cocina.
Hay una irreverencia innata y
hasta loable en estos versos y composiciones, loable porque despierta los sentidos más allá del
bien y el mal que hacen dormir esta sociedad en los laureles y roles de
explotados y explotadores, de los justos
e injustos, de los políticos y del pueblo.
Urlo es una palabra italiana
que significa grito en su acepción más
común, y en el sentido de este libro alarido de terror y más allá de ello;
HORROR.
Este volumen se compone de tres
partes: Tajo, Urlo y Slasher. Una pendiente hacia el infierno de viñetas gore
de un realismo que hinca sus incisivos despiadadamente en la imaginación del
lector; recomendable los textos en serie de Maldad, [La asunción del
dios-carne, o la balada de Norman González…], [Trazos…] y el remate exacto :
SLASHER [Urlo: Director’s cut].
Urlo publicado por La Liga de la Justicia Ediciones, Arica.
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