Afuera hay mil batallas que nos aguardan
y en el corazón aún atesoramos
voces antiguas
voces antiguas
las cartas que nos escribimos a ciegas
las veces que hicimos el amor
sólo con el temor o sólo con el amor
las voces que nos susurraban
cuando nos mirábamos callando
cuando entrelazamos los dedos
murmurando
murmurando
mientras la música inundaba el cuarto
y nuestros aromas se mezclaban
como una columna de esperanza
en el destino
No ensayamos despedidas,
No ensayamos finales
porque sabíamos
que seria eterno
el morir en nuestras miradas
Mientras los demonios de la poesía
nos desgarraban hasta lo más humano
lo más profundo
donde desnudos somos uno
ahora y hace tan poco
y hace siglos y siglos que vienen
y los versos nos van desdibujando
hasta ser sólo manchas entre nuestras páginas
y seremos y somos y fuimos
en un instante
un susurro
Uno y sólo uno
de Dios…
en nuestro sótano se albergan muchos cachureos pero también raíces
ResponderBorrary qué bueno que así sea
allí está lo que somos
aunque nos pese o nos remeza
precioso poema
felicitaciones
saludos desde Maipú