En esta madrugada las cuerdas
rebeldes
no entregan sus notas a gusto
no desean rasgar el silencio
ni entrar al juego de la
composición
pero desconozco de dónde viene
la melodía que atormenta el
frenético movimiento de mi
espíritu
si desde el cielo desnudo
o del metrónomo infernal
que se encarna en la guitarra.
Sin pausa busca tu presencia
en la armonía necesaria para
seducir delicada tu espalda
y te surjan alas límpidas
y sean el hemisferio perfecto
en que decae herida y áspera
la madrugada que se hace eterna.
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