El ancho patio parecía
representar al mundo. Ella en esa parte del mundo poseía un pequeño jardín del
que mantenía a toda costa libre de ortigas, todo a la sombra de un gran ciruelo
que la acogía como si fuese ella su propietaria desde el tiempo del Génesis.
(No tenía suicidas colgados ya que o no los podía sostener o la medicación era
la indicada.) Se acercó a mí con sus
ojos almendrados, dejó de lado la cajita de fósforos, tomó mi mano y dijo:
"Esta historia la conocí en
mi niñez y me la contaron a orillas de un río.
EL LOBO Y LA MARIPOSA (FABULA DE
DIA SOLEADO)
Un día un lobo melancólico tenía
hundida sus fauces en medio del césped del bosque, no tenía pareja por lo cual
tenía todo el tiempo a su favor, mientras el sol acariciaba su pelaje y
meditaba en lo profundo de su mente, un aleteo "naranja, rojo, negro y
blanco" le sacó del letargo. El lobo de un salto se puso de pie y comenzó
a seguir con sus pasos y ojos el rítmico
aleteo multicolor. Luego de unos instantes sintió como un calor intenso pero
agradable invadía su pecho y amenazaba con alcanzar sus cuatro patas. Continuó
su seguimiento de veras obnubilado. Hasta que la mariposa detuvo su vuelo
posándose en el tronco de un joven ciruelo. Ella seriamente le preguntó:
- Lobo, ¿Qué interés te ha hecho seguir
mi vuelo sin perder detalle?
Lobo sintiéndose lamentablemente
ofendido y confuso no atinó a dar razón alguna, sonrío dando paso al retorno de
su eterna mirada melancólica.
- Lobo ¿Eres tan descortés como
para no contestar mi pregunta?
Lobo sacudió su pelaje como acto
simbólico de sacudir su turbación, carraspeó un poco y con su voz más solemne
respondió:
- Mariposa, sólo puedo decir que
en uno de mis sueños te vi, los vientos de Abril te llevaban de un lado a otro
y tu vuelo abrasó los latidos de mi corazón exactamente como ahora, si mi
ilusión de alcanzarte te ofendió, lo lamento...
Luego guardó silencio esperando
la reacción de Mariposa, que movía lenta pero segura sus alas de arriba hacia
abajo, como midiendo y pesando a Lobo.
- Lobo, sé lo de tu sueño porque
en el mío, el oscuro pelaje de un lobo seguía mi vuelo y pude sentir el calor
que invadía su corazón, iluminando su mirada, pero sabrás que tu mundo está en
la tierra y donde puedo vivir es la mayor parte del tiempo en el aire, lamento
dejarte atrás y en el olvido.
Mariposa elevó su vuelo
pesarosamente y continuó su trayectoria. A Lobo le palpitó violentamente el
corazón y en ese preciso instante sintió arder aún más su sangre.
Durante largos minutos siguió a
Mariposa por los más abruptos pasajes del bosque, el sol a ratos cegaba su
visión de tanto verla suspendida y aleteando en el cielo. Cuando ella aceleró
su vuelo y el cansancio hizo presa de Lobo,
este detuvo su andar y jadeando
intentó elevar su voz pero el impulso le hizo tropezar, rodar y caer en un
profundo abismo. Lo último que vio fue el aleteo incesante de Mariposa que se
iba alejando como el aliento de vida que antes le sostenía en sus cuatro patas.
MORALEJA
El amor súbito y en cualquiera de
sus formas se nos presenta lleno de luz, hay que ser cautos ya que si no nos
percatamos, nos puede arrebatar la vida."
Luego retomó su cajita de
fósforos la sacudió y fijó su mirada en una mariposa que se posó en la rama del
ciruelo.
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