Los dos en el lecho y mirándonos
a los ojos
no hay cabida a las mentiras
con un mundo que a palabras
construimos,
que abrazan firmemente al suelo
en que brotes de anhelo crecen ante la luna
Hay dulzuras que tienen el ritmo
de días
el vaivén de las olas ¿y
recuerdas el mar?
el muelle y como los destellos
del cielo
coronaron de visiones tu corazón
de niña
has estado acá y has respirado
este aire
no preguntes si te quiero o no
sino que si el tiempo corre para
los dos.
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