DIANA
Cuéntale, a la luna la escena cruel
revela como duerme tu hija
Canta la lectura del bosque
del silencio cómplice, de la flor inmaculada
que mata la oración del vientre
Diana, el llanto solitario, el insulto terrenal
que aleja la pequeña ilusión del rostro
Habla Diana, ¿quién es la mano pecadora
que cambió tus pañales ?
y ¿cómo tus senos pequeños
esperan justicia ?
NUESTRO ARMARIO
Estrellé los dedos en otra carta
de un bolsillo de nuestro armario
mientras mis piernas gritaban porquerías
mis senos aún amamantando
te querían con la insolencia del desengaño
aborrecí cada letra de tu mausoleo
coagulé todos los lapsos de viuda
furiosa que zapatea en el sepulcro
de su mal aliento, enfadada
de tanto lloriqueo, levanté
mis faldas de cara a tu tumba
y bailé sin enaguas apolilladas
jurando recorrer tus mismos harenes
así me embriagué en camas que no recuerdo
arrojé un cansado olor casquivano
buscando el tuyo, mas no lo encontré y tropecé
con mis propios deseos
ahora voy pariendo mudas cartas
sin destinatarios, calmadas cabecean
en nuestro armario
PROFECIA
No caen los gritos al mar
ningún hechizo cambia la profecía
Si luna florece fémina
ha de ser hija de corona muerta
oculta, vagará en la oscuridad del fuego
Si luna florece invertida
hemos de tallar en su busto, un escudo
de musa blanca, en la etapa menguante
Si luna florece varonil
hemos de acunar en su cintura
el gimoteo del beso de un niño pobre
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