Compré un litro de cassata de chocolate en el Supermercado que está en la Feria de las Pulgas, eran ya las seis de la tarde, a esa hora hay pocos transeúntes, y vehículos, ningún puesto instalado en el asfalto. Llevaba una cuchara con mango de madera, son pésimas para comer la sopa, este ritual lo llevo a cabo cuando paso por estados determinados, siempre es de un litro y siempre sabor a chocolate.
Me senté mirando hacia la calle al poniente, observé detrás del gran local, perros que registraban con desgano los desperdicios, un vagabundo con su báculo, luego una pareja que limpiaba autos. Los automóviles apenas se estacionaban frente al Santa Isabel.
Continué comiendo mi helado hasta que mi atención recayó en la polera que llevaba el hombre, era roja, era nueva y el estampado eran letras una gran cruz en la espalda, enfoqué bien mi vista y alcance a leer: “Mójate por Chile, te invita Sebastián Piñera, inscríbete en los Registros Electorales”.
La cuchara reposó y luego volvió a su tarea, cavilé, comencé a sacar conclusiones mientras el litro de dulce y cremoso helado iba desapareciendo. La gente no tiene conciencia y poco les interesa lo que le rodea, vivir es una especie de estacionario sobrevivir, las condiciones no cambian aunque se cree que cambiarán.
Cuando reaccioné la presencia de la mujer que acompañaba al tipo estaba a un metro veinte de distancia. Nuevamente detuve mi cuchara con mango de madera, la miré. Me dijo:
“Me tiene metía...¿Qué está comiendo?”
Volteé ligeramente el envase azul, hasta el ángulo donde mostraba su contenido
“ Ahhhhhhhh, pensé que era almuerzo…”
Con un gesto le dije que no y se marchó.
Así es la vida para ellos, un gran porcentaje de sus semejantes y conciudadanos no se molestarán, como yo, en abrir su boca y darles una respuesta como se debe. Apuré mi cassata abandonando la fugaz idea de decirle algo al hombre que vociferó de una acera a otra que costaba luca la limpieza de vehículos. Guardé la cuchara en mi bolsillo y caminé a casa.
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