lunes, diciembre 27, 2010
FORMAS DEL SUEÑO por WINNET DE ROKHA
Aquellos grillos húmedos que tocan su grito sólo en los rincones,
de trecho en trecho de la sombra,
y no se ven por pequeños y oscuros,
y porque sólo son gritos,
así fué mi canción de tiniebla,
red interminable y que aún no abriga
mis manos y mis años.
Emoción agazapada y especial que saliera por debajo de las cosas, rechinar de maderas carcomidas, como quien frota en vidrios tibios con los dedos
mojados,
estrellamiento de vajillas,
o largo, interminable rodar de ruedas,
llanto de niño,
estertor de mujer amante,
runruneo de gato soñador.
Esas actitudes que quiebran la luz y se hunden en el perfume, o se van salpicando alas sobre aguas o musgos, y se quedan, por último, mudas, como un faro
apagado,
aquí, junto al lecho, mirando las almohadas pálidas, las vitrinas multicolores de una sobrecama de
balneario.
Cuando el cabello enrojecido sube y se prende a las velas
variables que se internan en la incógnita del horizonte,
cuando lo arrastra la marea y lo azota como cochayuyos alegres,
cuando sale al encuentro de la tarde y gira, y gira,
y gira como mi anillo en un hilo azul, entonces,
bajo la capa oscura, cruzo la ciudad sin equilibrio
y el ruido eléctrico fatiga mi distancia.
Y como han caído del techo dos arañas
besándose,
han marcado en un hoyuelo de luz una mancha sin sombra roja.
Etiquetas:
poesía nacional
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