domingo, agosto 02, 2015

NO LE DEBO NADA A BOLAÑO Y OTROS DELIRIOS DE NICOLAS CRUZ VALDIVIESO: UNA ATRAYENTE NARRATIVA por EDUARDO J. FARIAS ALDERETE


Más allá de lo llamativo del título, la narrativa de Nicolás Cruz Valdivieso nos presenta en nueve relatos un oficio  vigoroso y un iter que abarca parte importante de la condición humana. Desde los gestos de la humanidad más profunda como en el “Príncipe Mongol” recorriendo por lo anecdótico casi onírico y místico en la “Pierna de Rimbaud” los sentimientos que se conjugan en los barrios bajos con acento en una atemporalidad aplicable  al espíritu  en “Flores  del Riachuelo”, el horror y la bajeza que embarga a las masas como en “Aprendices de Chacal” las deformaciones del oficio  que al lector provocará más de alguna risa de buena gana como en “Un Asunto de Principios”, la sordidez de una doble vida en “Tienes que contarme tu secreto”, lo gracioso que puede resultar la desgracia sexual del prójimo en “El oficinista”, la historia nos demuestra lo amargo e injusto que puede ser el destino en “El Tango más amargo”, rematando con un cuento  de muy buena factura y que es la mejor muestra de la narrativa de Cruz Valdivieso: “No le debo nada a Bolaño”.

Como narrador este autor se preocupa más en el fondo sin descuidar la forma, la que es precisa, directa y pulcra, el lector puede confiar que al leer la primera frase de esta prosa no se detendrá hasta culminar con la historia que le apasionó por unos minutos y que le dejará una sensación distinta por cada relato al que se enfrente, como si de cuadros se trata, los trazos de la prosa  y las narraciones en primera persona son de los recursos que dirigidos de correcta forma conquistan la buena lectura.

La visita de grandes y señeros personajes como Rimbaud, Gardel, Bolaño  y otros, forman parte de un soporte a algunas historias que con amenidad hacen de este conjunto de relatos algo muy atrayente: “Mientras la carroza se perdía y recuperaban el aliento, vieron, a medida que la nube de tierra se disipaba del aire, la silueta de un hombre, que caminaba a paso lento hacia ellos, ayudado por una muleta de madera. Gerard supo antes de ver su cara que era el hombre que poblaba sus sueños.” Lo onírico nos  guía al poeta.

O el aciago día en que un accidente aéreo nos arrancó al mejor cantante de tango que haya existido (opinión muy personal): “Esa fue mi triste despedida del Zorzal, del hermoso y querido morocho del Abasto. Al despertarme a la mañana siguiente mi mujer me entregó un sobre con mi nombre escrito por su letra, en el que había una carta que sólo decía: «Cuidámelo bien, es mi favorito». La cercanía con que el narrador transmite  esta intimidad es la que en definitiva embarga al lector.

Respecto a Bolaño, sería un pecado hablar de él y como se abraza su figura histórica y literaria, llegando a su sustrato real y humano.

El prometedor oficio de Cruz Valdivieso, nos entrega “No le debo nada a Bolaño”, recomendable para el lector común y para el amante de la narrativa.


NO LE DEBO NADA A BOLAÑO y OTROS DELIRIOS. AUTOR: NICOLAS CRUZ VALDIVIESO. De  Editorial EMERGENCIA NARRATIVA, 2015.

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