viernes, enero 28, 2011
SATIRA (fragmentos) por PABLO DE ROKHA
Poetastros de Chile y abrómicos de Europa;
arrojad la cachimba, el rabel y la pluma
y oíd: yo quiero hablaros humildemente ahora;
vosotros habéis dicho las palabras más hondas
y sin embargo hay cosas que no se han dicho nunca.
Si pudiera fundir el universo entero
y fabricar con él una olla estupenda,
os pondría a cocer un siglo a fuego lento
bajo el sol encendido, como un terrón de fuego,
sobre el incendio del corazón de la tierra.
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* *
¿Por qué cantáis, oh! brutos, a las carretas torpes,
a los amores fáciles, a las casitas viejas,
a las nenas de barrio, a los frailes, al hombre
pacato, mentecato, jorobado y deforme
y no cantáis la vida multiforme y compleja?
El mundo se transforma, trabaja, piensa y ríe
en la máquina actual, infinita y divina,
en la ciudad moderna, que es trágica y no es triste,
en el ilimitado Zaratustra de Nietzsche
y no en vuestros minúsculos gritos de sabandijas.
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* *
Oh! multitud de escritorzuelos rufianes! ¿Con que vuestro lenguaje sobado y resobado, con que vuestras versainas fofas y equidistantes y con que vuestras actitudes miserables son algo?..ja! ja! ja!...No me mostréis el rabo!.
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* *
Porque vosotros no cantáis al automóvil, que evoluciona, haciéndonos temblar con su bocina, ni el empuje violento de las nuevas cosmópolis, ni a las grúas, que son más bonitas que Adonis, oh! borregos de Júpiter, oh! vagas señoritas;
y donde hay un motor encendido y gigante; y donde hay una fábrica estupenda y gloriosa, y donde hay un palacio de cemento y de sangre o una gran muchedumbre de huelguistas con hambre, vosotros veis a una princesita que llora, *
* *
Hacer arte es hacer lenguaje, amados míos, lenguaje extraño, trunco, espantoso, deforme, dinámico, flexible y claro como un río para aquellos que tienen la luz puesta en sí mismos, la realidad de un cerro y el talento de un hombre. *
* *
Hacer arte es hacer que el devenir eterno, el correr infinito del tiempo y del espacio, se queden para siempre clavados al momento en que el hombre cogió a la vida, en un lienzo, en un poema trágico, o en un trozo de mármol.
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Malditos en la vida, malditos en la muerte! Esta sátira inmunda, que yo mismo desprecio, caiga sobre vosotros y quede en vuestras sienes como la gran corona del escarnio eminente con que os azoto el rostro y os escupo los sesos.
Y si algún día, tristes, con esa gran tristeza
del que se sabe inútil como materia bruta,
lloráis con lagrimeos miserables de bestias,
y cuando un día muertos, -si también os murierais,-
caigáis como pedazos de estiércol a la tumba,
Mi carcajada enorme estará con vosotros, tal como un moscardón sonando en los oídos,
y me tendréis presente clavándoos los ojos, azotándoos el alma con un mirar recóndito hasta el fin de la tierra y hasta el fin de los siglos.
Etiquetas:
Pablo de ROKHA,
poesía nacional
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Estuve buscando un buen rato este texto. Ojalá pudieras tener la versión completa.
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