La soledad acosa
desde las manos a la piel
acumulando abismos.
La soledad crece
en las ciudades emplazadas,
fuera del tiempo habitual.
Ese silencio conquista
cierto asco disimulado
a favor de la muerte.
Y no sabemos.
O no queremos.
Los dados ruedan sobre el horizonte.
La soledad es el lugar común
a descifrar,
Una pregunta abierta.
Y no podremos.
O no queremos.
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