viernes, mayo 27, 2011
A KLARKASH-TON, SEÑOR DE AVEROIGNE por H.P. LOVECRAFT
Una negra torre descolla entre tenues
bancos de nubes
Alrededor un inmaculado, opresivo
bosque.
Sombra y silencio, moho y
putrefacción, una mortaja
Gris sobre antiguas lápidas hace tiempo
desmoronadas;
Ningún pie ha hollado, ningún trino
ha despertado
La mortal soledad de esta noche eterna,
Pero a veces se agita el aire con
tembloroso bullir
Cuando en la torre brilla un mortecino
destello.
Aquí, en soledad, mora aquel cuyas
manos han trazado
Extrañas obras que estremecen al mundo;
En espantosos, indescifrables
jeroglíficos ha revelado
Lo que acecha más allá de los abismos
estelares.
Oscuro Señor de Averoigne tus
ventanas se abren
A ensoñaciones que ningún otro puede
acoger.
Etiquetas:
HOWARD PHILLIPS LOVECRAFT,
poesía universal
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