¿Y quién es María? Para responder
a esa pregunta hay que remitirnos al
subtitulo de este poemario: (Autopsia de una semana cualquiera) pero este
examen nos contesta quien es esta María. Dicen que los cadáveres hablan, pero
este cadáver en especial nos relata una semana de su vida. María, la
protagonista es una jovencita normal o a
lo menos común y corriente, para algunos, demasiado corriente. Verso tras verso se va concatenando
los detalles que conforman su ambiente familiar, social, sus pensamientos
profundos, sus deseos y sus pasiones. Alex
Baros en su voz poética atreve a la instrumentalización de lenguaje médico que si bien es cierto “puede”
ser un obstáculo para el libre entendimiento del lector, este no es tal, y lo
es porque resulta del todo inteligible y
si no se comprende el termino esta la herramienta perfecta para entender
conceptos, una pantalla, internet o un diccionario en el más simple de los
casos.
El vigoroso oficio de Baros nos
muestra a ritmo continuado, preciso y hasta ameno los procesos fisiológicos, químicos
y biológicos del cuerpo de una adolescente. En cinco reacciones fisiológicas en
vida nos demuestra esa existencia de avatares realistas pero profundos dentro
de imágenes simples, es decir, verso a verso develamos que es lo que determina el final anticipado
de María ; estas reacciones están caratuladas con un concepto determinado,
ahora algo típico de la investigación científica y de análisis cartesiano, no confundirse ya que tras este examen
poético hay mucho de holístico, los antecedentes fácticos más que dar una base
para análisis , es la coyuntura precisa para mostrarnos un “regalo”: La constatación
de una vida humana. Para darme a entender lo mejor es presentar un extracto:
“Segunda reacción fisiológica:
Crecimiento y multiplicación
1.
-Pero hoy mi mamá llega temprano
los martes siempre se arranca antes de la pega-
La chica María le dice a su amiga
que le gustaría vivir sola
sin que nadie la envolviera
sin que nada la aprisionara
a la membrana plasmática de su casa.”
A mi parecer Alex Baros se
arriesga poéticamente al retratar con estos medios, una semana de una muchacha
actual, común y corriente, que para los que llevamos algunas décadas más de
vida en la tierra, nos parece pueril y vulgar,
pero para conjurar esto hay que reconocer que la gran virtud de la literatura
es adentrarnos en la posibilidad de “calzarnos”
en otras existencias en participar en historias
imposibles de vivir.
Ahora la segunda parte de este notorio poemario es “Cortes Anatómicos”, cinco cortes y un anexo, acá entramos rectamente a la muerte de María y donde todos los enunciados nos precipitan al desenlace que podemos
intuir desde el principio. Acá los “acápites” o los títulos del poema son los
nombres de los tipos de cortes a los que son sometidos los cadáveres o los
cuerpos humanos sometidos a exámenes médicos, a saber:
“Segundo corte: Plano sagital,
de distal a proximal.
b. Baila que baila que baila…
Búsqueda randomizada
encontrar a cualquier hombre
que le haga
menearlas crestas ilíacas
la cabeza en circular colgarse
del cuello
buscar la cara la barba como
lija
sabor a colonia
en las papilas gustativas
la música desenfrenada de
ritmo
su diafragma retumbante
como corazón atrofiado
hipertenso
tensa la risa en sus músculos
faciales
manos ajenas la recorren en
examen ginecológico
palpación profunda de
glándulas mamarias
responder palpando la carne
endurecida(…)”
Recalco y en esto enfatizo, es
este poemario, un cóctel preciso, un equilibrado poemario entre lo poético,
cotidiano y científico, una amena lectura, una ventana a la alteridad humana,
una cosmovisión precisa, ágil y recomendable. Alex Baros, casi está de más
decir que estudió alguna de las ciencias de la salud, se aventuró sabiendo que
su oficio podría entregar esta joya, precisa, breve y poética en sus versos
cercanos a la realidad. ¿Y respecto a María su pasión y muerte? Tengan el
placer de leer este poemario: LA CHICA MARIA.
Cinosargo Es la editorial.
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