Ahora que la impronta de mis pies
sobre la arena es inexistente,
golpea el augurio de los Idus de Enero
esa claridad que inundó hasta el último
cobijo de mi alma,
como relámpago de amargura inclemente
la imposibilidad de comprensión
no es ungüento a estas llagas
que quebrantan mi corrompido pecho
Spurinna, tu mención
de límpida mancia no deja de horadar
estos oídos , este entendimiento
que sólo pide un consuelo
ante los restos de este naufragio
ante los desolados residuos de esta ciudad
Ah, latidos vuestra inutilidad
No hace más que acarrear
un veneno de imposible erradicación.
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