Dame una sola solución de lo que sucede:
una sola anomalía de lo que está avanzando en
las escaleras del cielo.
Realidad en la transparencia del espíritu.
La obra de Dios finaliza y el laberinto de lo
despreciable es el argumento.
El segundo episodio de la
solución al final, el
hecho
místico de la nostalgia;
el ritual de la esencia humana:
el traslado del
momento al hecho...
la posibilidad desnuda en la conciencia.
Saber que lo más
emocionante pasa y no se queda
sostenido en ningún momento de lo que queda en
el camino;
la solución aún perforando en su metafísica de lo sugerente,
la
credibilidad en la vanguardia.
La legión de demonios, el niño de los ojos
emocionantes se queda suspirando (en su estómago sólo hay hojas secas).
Te diré
que no debemos caminar en la misma ruta de los reyes del dolor,
ven mi niña que
debo decirte que la tribu
que guiaba el largometraje de nuestra irrealidad se
esfumó,
no llegó al segundo nivel
del fin.
Así es de afirmativo el fulgor de
las luces,
la esencia misma del destierro del mundo urbano.
Más adentro, más
adentro del mismo espejo de los ojos,
hay algo que está gritando, mujer,
la
legión de los demonios caminando en las aceras comerciales,
mira, te están
apuntando, es el festín de sus deseos maravillosos y perdidos.
Sí, esta vez,
Una y otra vez, te guiaré al fin,
al inicio mismo
de
nuestra búsqueda.
El día inmaculado de la sensación,
por todos los motivos y
por la arrogante
permanencia de mi sensibilidad no dudaría
en buscar el día en
otra
imagen del ser.
El maravilloso episodio de la huida, la compasión
hiriente del servicio humano, mis dos religiones
hambrientas en el ser arcano, en el homicidio
perfecto, en la interfaz de la mente.
Los vasos sanguíneos de la dignidad van en aumento
en la divina devoción de estar presentes en el nudo de los labios,
la proclamación de la libertad aguda en la hipnosis del pugilato de las
bestias.
El rey camaleón venera su piel entre los bosques: Lo observo,
él me toma en una postura indefensa, me acerco levemente
y va entrado en mi espíritu, toma mi sangre
como estructuras de polvo, alucinaciones
de un día pasajero.
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