El anciano lee el diario
De vez en
cuando lleva la cuchara a su boca
La cotona azul desteñida se descosió bajo
el brazo
(en la misma mesa, frente a él
sentada ante el plato humeante, la mujer
que de
joven
-todavía se
nota- tenía el mejor cuerpo
y el apetito más tímido de la fábrica)
Ahora come de todo se está recuperando lo peor ya pasó.
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