La desacralización no es una
función fácil de acometer, vulgarizar tal vez, este arrebatar , quitar, restar un poder concedido por año y cáfilas de órdenes eclesiásticas y personajes lanzados a la religión, apañándose en
palabras, el verbo hecho carne, a los cuatro vientos revistiendo de santidad
una multitud de historias, un trabajo de milenios. La sacralización, ese fenómeno
sempiterno se basa única y exclusivamente en la palabra, por eso no es de
sorprender que la religión griega y una
multitud de otras más antiguas, con sus tópicos y mitos construyó a punta de poemas épicos una institución que se expandió a otras
culturas, dando un trabajo perdurable a poetas que sobreviven hasta hoy, Platón,
Horacio, Virgilio y otros nutrieron extraordinariamente esa masa informe y
antropomorfa de un soberano celestial y su séquito. No ha de sorprender la
conclusión de unos rabinos que postulaban que “La boca es horizontal; la nariz,
vertical” La boca, que es la que emite la palabra, es humana, y la nariz
divina. Y que fue a través de ella que el Creador imprimió su soplo divino, su
inspiración. Sin lugar a dudas este elemento nutritivo es el que Víctor Munita
Fritis se valió para su libro “YO ENTRE TODAS LAS MUJERES”.
El poeta una vez más se embarca en una de sus aventuras líricas,
logrando con éxito y con un oficio acabado descender las divinas figuras de
nuestro catolicismo a poner pie en la materialidad en lo terrenal que exuda
miseria, dolor y privaciones, no solo con elementos actuales sino que apelando
a algo aún más sensible y férreo:
nuestra fe.
Se podría creer que esta obra poética en comento sería
la continuación del poemario “EL LIBRO DE LAS REVELACIONES” , pero a mi juicio
es un ahondamiento en las raíces de lo allí escrito una plataforma más extensa
y firme de reafirmaciones a lo expuesto en las revelaciones. Estructuralmente hablando
se cumple lo dicho anteriormente.(revisar concienzudamente el segundo
evangelio).
Los más puristas y aquellos arraigados
a la fe y la imaginería católica podrían rechazar todos y cada uno de los
poemas contenidos en ambas obras, pero
como hablábamos en el primer párrafo ,
poetas, grandes , lo habían realizado (en Grecia) enriqueciendo una religión de
orígenes muy abstractos (recordar aquellos cultos herméticos griegos antes de
la época clásica) . Munita se enfrenta confiado a la tarea cumpliéndola con
creces.
REVELACIONES PRIVADAS
Maryam
las mariofonías de la humanidad
no se harán esperar
pero
al final de cuentas
yo soy de los pocos
que conoce
el color de tus ojos
yo soy de los pocos
que sabe
cuando medita tu corazón
yo soy de los pocos
que te ve
con los ojos cerrados.
Se recomienda especialmente la
serie “Objetos en los cerros” del Libro Segundo, el libro Tercero remata firmemente
lo contenido en los libros y evangelios anteriores.
Lejos de alejar o atentar de alguna manera la fe de aquellos que profesan y
creen lo Católico, lo reafirma. Víctor Munita es uno de los mejores poetas del
Norte Grande, uno de los continuadores de una tradición que ha hecho historia
en este país de poetas.
A los lectores: disfruten este
libro y sus vértices acerados, su instrumentalización de la imaginería, aquella
de la cual nutrimos nuestra fe, la materialización de aquellos que existieron
dejando testimonios que sobrepasa los muros de milenios y de aquellas almas
que no conocieron “LA PALABRA”.
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