Los poemas son formas de coloración protectora mediante las cuales
una persona insegura de sus verdaderos colores hace pruebas
de coloración para imitar los colores verdaderos o para
engañar la detección, ya sea por el engaño simple o
adoptando el disfraz de las convenciones comunes o para
atraer la atención de sus diferencias asumiendo
el acto no convencional, semejando ser normal por
la abierta y flagrante imitación de lo anormal: cómo
se va a volver uno invisible a veces a no ser por el
más llamativo de los anuncios de visibilidad cómo va uno
a ocultar la verdad a no ser que ciegue la
verdad con la verdad: cómo va uno a suprimir
el encuentro a no ser que confunda los términos del encuentro
luego de la averiguación: poemas, poemas, ¡cómo navegan!
avistando como cuando se hace un reconocimiento de enemigos y
llevándoselo lejos bajo las delicias del vuelo,
una liberación: o poemas para mantener la atención
de otros hasta que no tengan voluntad propia, perdida,
encantada, y con la impresión de que es dulce
quedar perdido por encantamiento: qué imposturas, farsas, fuegos de artificio
para despojar el aroma mediante un suave aroma: qué humillación
y súplica del piadoso poeta mientras conduce a los otros
a los pantanos sin persecusión: para no ser encontrados,
de modo que queden muchos poemas por encontrarse: los poemas
dicen, únete a mí en las fidelidades de
la igualdad, o en la confiada apariencia de lo aparente,
una unión de amigos: mientras tanto, la verdadera obra se realiza.
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