sábado, noviembre 09, 2013
BLUES DE UNA TARDE LLUVIOSA por UGO MALATESTA
antes que la melancolía
me meta un dedo por el culo
antes que me apriete con sus manos obscuras
el gaznate
y termine hecho una mierda
en la ignominia
salgo a la calle
buscando
una cerveza
y una mujer
de ojos grandes
y tristes
que sea 36 de cadera
y está lloviendo
algunas mujeres
y algunas moscas
se arremolinan
bajo una marquesina
para no mojarse
unas tienen los
ojos grandes,
otras los tiene tristes
pero ninguna es 36 de cadera
fumo,
me escondo bajo el humo,
doblo en López,
los últimos pollos muertos
yacen sobre una plancha
fría,
esperan ser vendidos
sin que lo sepan
tienen el pescuezo amoratado
y escurre un pálido
hilillo de sangre
de sus tristes culos blancos
que cuelgan en la orilla de ese
enfermo precipicio
y nadie tiene
36 de cadera
entro a la cantina
y los borrachos levantan
avisperos de palabras
retorcidas
doblando sus lenguas de trapo,
pido una cerveza y sigue lloviendo
las meseras
llevan ajustadas faldas negras,
sus caderas son flacas de carne
y ninguna es 36 de cadera
lleno mis tripas de cerveza
y me acurruco
entre mis huesos
salgo,
la lluvia lame todo,
la calle, los autos,
los árboles moribundos,
los huesudos lomos de los perros
y la soledad de los
hombres extraviados
(las mujeres
corren a las farmacias
y a las tiendas de telas,
y ninguna es 36 de caderas)
llego a casa y me tumbo
en la cama,
y antes del naufragio
saco la cinta métrica
del bolso de la chamarra,
dejo salir al canario de la jaula,
hago una mortaja con las sábanas
dando 36 de cadera
y despacio
muy despacio,
me amo
y me voy hundiendo,
y afuera sigue la lluvia.
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