viernes, junio 17, 2011
CENA DE LA MINERIA por JUAN LUIS CASTILLO
una luz nos atraganta por todos los costados y nos ciega cuando caminamos por el espacio cónico de Antofagasta,parecen ser idiotas en la noche, una fiesta alternativa que se ensancha en la mirada y resulta inalcanzable para mis defectos heredados, algo similar a un escritor que sueña con la fama,me miento al observar, interpreto, lo sé, me mientes al tratar de sonar acorde,y escucho tu risa cuando bebes una copa de champán y te mueves como ninfa sobre la corbata ejecutiva de un seremi de gobierno, en tanto él busca un flash que se le escapa o la luz incandescente de un camarógrafo que pincha el ambiente y nos refleja en un par de minutos que quizás salgan al aire, un salto de carnero, la profundidad de campo, todo es válido para ti y el seremi de gobierno que sonríe nervioso tras la llegada del ministro que asume su impostura hablando de corrido sin papeles ni artefactos en el horizonte, mientras muchos se encabritan saludando como pestes que se amarran y encadenan a una posibilidad incierta de que les compre el punto para un negocio potente, no sólo porque sí: sí, me miento, miénteme con tus joyas prestadas, tu risa de actriz rusa de los años 20, tu viejo ejecutivo con corbata de minera y su colección de putas en filita en el salón vip, miénteme con la hojalata que fricciona a un comerciante de poca monta que intenta sentirse uno entre los grandes cuando todo el salón busca los ojos presidentes, de la minera X o del país Y, de la limosina que está al costado del hotel esperando por lo suyo, más bien un par de empresarios canosos saboreando el goce de su triunfo que no es otra cosa que el cobre amilanado en su estado de ánimo, quién sabe qué esperanzas más se escurren desde tu vestido negro terciopelo, de tu cara blanca y hermosa, de tus labios rojos de carne indecisa que intenta decir: “sí, me miento” o “no, soy yo” cuando te esperan en tu pasado las mil desilusiones y un niño regalado a tu mamá durmiendo después de romper el lomo y tu fatiga oportuna al ver el futuro, sí, me miento, invito a mentirnos mientras esperamos que el humorista termine su rutina y los invitados en sus mesas ovaladas terminen de digerir el escueto alimento consagrado esta noche, estoy tranquilo, hablo en paz de lo que miento, me sacudo el ala derecha como si estorbara mi tráfico, sugiero entonces una paradoja que calce con el ambiente ya pasado a whisky -me he tomado 5- y arremeto hablándote de lo extraño que suena decir ”me miento”, y miras el suelo como si no existiera y levantas la vista y la voz cuando pasa un amigo que conociste en la cena anterior, y te le acoplas al brazo, arrancas a pasos grandes gigantes como las carreteras y el agua y el sol que se nubla de vez en cuando en la perspectiva animal de sabernos vacíos,sueño contigo actuando esta canción http://www.youtube.com/watch?v=hlPzeJ1et8Q&feature=related , las entrañas del diablo que nos vienen a buscar, y miento, no creo en el diablo, pero me esperanzo en ti que ya vas cerca de la salida con otro ejecutivo que recién llegó a la zona, promociona el silencio, promociona su cultura de circo en el firmamento, promociona su paz que se confunde con mi paz al mentir descaradamente a todos los presentes, como o parecido a los delirantes, a los artistas que mienten en la tablas en las telas y en los libros y se acomodan para sacar de esta cita solemne un pedazo de arte, como yo y tú, que seguimos parados estupefactos tratando de dejar por lo menos algo a los que vienen, como los cuatro pelagatos que en las afueras gritan y venden que no vendan el cobre que se quedé aquí como pan nuestro de cada día para la solución de nuestros santos problemas y pecados y la nota escéptica del escudo chileno y de la educación y de la brecha digital y de la samba y canuta que nos parió dentro de este momento especial y clásico como tú que ya subiste a un taxi y te marchas a lo que piensas es y ha sido tuyo.
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