La poeta Elizabeth Neira verso a
verso explora y expone las diversas maneras y visiones en que una mujer puede
llegar a ser despreciada y despreciable, desde la mujer que disfruta de su sexualidad,
aquella que es capaz de llevar a un punto crítico la misma, aquella capaz
de manifestar sus concepciones críticas para con el sexo opuesto, aquella
que se prostituye, aquella víctima de violencia intrafamiliar.
La femenina espiritualidad de
Neira se extiende como un horizonte capaz de cubrir las imágenes aceradas que
les va entregando el mundo , una sociedad que intenta llegar a la igualdad de
género, que brama y se arrastra cada vez que se atenta contra esa igualdad… sin
lograr nada de fondo.
Pero eso no es todo, la atrevida estética
de Elizabeth Neira amenaza en ese juego de vilezas de auto despreciarse ante una sociedad cuyo sistema busca siempre
una forma de perpetuarse. La poeta se atreve, la poeta se desnuda mostrando sus
pliegues, sus imperfecciones, su honestidad y capacidad de desdoblarse en diversos papeles en oscuros colapsos espirituales , un descenso a los
bajos fondos de la femineidad, con un verso potente , humano, riguroso y hasta salvaje.
Composición a composición nos va
impresionando en un amplio espectro de sensaciones y sentimientos,
promete jamás dejar impávido al lector, la capacidad de apelar a las
moralidades de muchos en este siglo
donde se juega a doble estándar, crímenes privados y virtudes públicas, las
diversas definiciones de mujeres
exitosas, de mujeres derrotadas, de compañeras que a pulso aman o soportan a sus compañeros.
Este poemario, va más allá de esa
pseudo poesía lacerante y autodenominada feminista que apunta siempre con la
misma retórica a una denostación continua del sexo opuesto, quizás para
legitimarse ante un sistema refractario y perspicaz. Elizabeth Neira
contestataria, lúcida y atrabiliaria.
"Ahora nos dicen perras
ellos
los fornicadores
Y
Algunos se postulan para huevadas
y en la micro
vemos sus nombres en las paredes
de los eriazos"
También en Mi d(olor) II:
“Iba
fumando
iba fumando
una larga boquilla
de piedras incrustadas
Iba drogada
Le faltaba un zapato
y la risa le estrangulaba las
mejillas
Iba montada
Iba montada en un lujoso auto
un mercedes rojo descapotable”
El estilo desvergonzado y a
instantes desgarrador de Neira resulta ser
una bofetada a los sentidos, transgresora no teme enfrentar al varón de origen transversal, a
pesar de que su voz poética hace distingos
premeditados y expresamente dirigidos, rayanos a la crueldad a ratos. De entre las mejores
composiciones se recomienda “El tiempo no fue generoso con nadie”, hay
una interesante visión del arte en “Algunas consideraciones acerca del
estado del arte en Chile”, “Corazón de molotov” .
La Liga de la Justicia Editores, nos entrega este trabajo abismante e interesante de una poeta
de firme trayectoria y de enérgica voz poética.
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