I. DEIDADES
Naráyana
Para Rubén Bonifaz Ñuño
Pasan las estaciones
y a la hora en que la noche
tendía al horizonte
su neblina de invierno
se alza ya sobre las aguas
el sol,
corona amarilla,
votos
por el día que se enciende.
Y bajo el día
la noche de Naráyana
hace ondular brazos azules
desde su lecho de serpientes.
Y tu sueño va imbricado en sus escamas!
Nataraja
Perfil de tu danza.
Media sonrisa apenas se dibuja.
Brillo azul en el hombro.
El arco de tu pie
sostiene en vilo el universo.
Un poco más en tu ademán
y montañas derrumbas.
Menos acaso
y la roca fracturada
crece limos violetas.
Krishna
Uno entre todos tus rostros me convida
a tomar de tus labios
la blanca hojuela.
Ya el sueño te traía
en las ropas del dios adolescente,
descalzos pies de loto
y de la alforja al hombro
las especias suaves.
Gáruda
Viajo presa de la garra gigantesca.
Queda abajo el recodo
donde agitaba en vano mis pañuelos.
¿Qué es del ala en el vuelo,
qué del aire?
Cubren montañas la extensión visible.
(No despierto aunque quiero).
La garra tibia me adormece
y veo de pronto asomar el pico.
Indra
Irrumpes de lo informe.
Un instante
como el rayo
y tu herida es mortal.
Fuego enciende tu paso.
Kali
Su cuerpo es oscuro como la Muerte;
la eternidad brilla en su frente.
Ramprasad
Tu ira estalla,
oh Madre.
Un resplandor verde me ilumina.
Trituras los campos, los rebaños,
las cercas blancas.
Todo gira.
Tu hacha me traspasa.
Salta mi sangre
y al caer va formando
mundos con rumbo propio.
Mis huesos sedimentan otros lechos.
Mi calavera adorna tu guirnalda.
Oh Madre,
tú eres lo que destruye
y lo que se destruye,
eres un puente colgando entre dos eras.
Sarásvati
(en Guru Púrnima)
Mi canto es sierpe
hoja de terciopelo
Mi canto
–tuyas son las palabras–
tus pies envuelve
lotos
asciende por tu cuerpo
y te corona
Mi canto te cubre
te subyuga
Es círculo perfecto
luna llena
Rotación de flamas
aromas
En pájaros convierte.
las palabras
Muktéshwara
Tuyas son esas formas.
Tuyos todos los nombres.
Un asunto al azar de la memoria,
si digo:
has dormido en un lecho de serpientes,
has sentido en la cabeza precipitarse un río,
has pulsado una cítara,
has salvado de un salto la prueba del agua,
has nacido de un loto a la mañana,
has danzado desde el centro del mundo
mientras cierras los ojos
sentado sobre esta piel de tigre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario