domingo, agosto 25, 2013
CANTO A MI MISMO 52 por WALT WHITMAN
El halcón sobre mí se abate, acusándome, lamentándose
de mi parloteo y de mi pereza.
Yo también soy indomable, también yo soy intraducible;
Yo hago resonar mi bárbaro aullido sobre los techados del
mundo.
Sobre mí se retrasa el postrer fulgor del día;
Proyecta mi imagen, después de las otras, y es más verdadera
que otra cualquiera sobre las landas invadidas
por la sombra.
Me empuja hacia la bruma y el crepúsculo.
Como el aire me alejo, sacudo mi blanca cabellera hacia el
sol declinante;
Entrego mi carne a los remolinos, y la dejo marchar a la
deriva entre crestas de encajes
Me entrego al barro para renacer en la hierba amada;
Si todavía me amas, búscame bajo las suelas de tus zapatos.
Quizá no sepas lo que yo soy ni lo que yo significo,
Pero, de todas maneras, seré saludable para ti,
Y justificaré y fortaleceré tu sangre.
Si tú no me alcanzas con el primer golpe, ¡animate!
Si tú no me encuentras en un lugar, ¡búscame en otro!
He hecho alto en alguna parte para esperarte.
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