sábado, agosto 31, 2013
C´EST MAGNIFIQUE por PABLO ESPINOZA BARDI
como todas las mañanas/ me sirvo el tecito frente a la ventana/
por la cual entran amigables los primeros rayos del sol/ el polvo
se ve suspendido/ tomando la apariencia de un pequeño
universo situado en la cocina/ eso suena bastante cursi/ y
pomposo/ hasta puede que suene patético y un tanto poético/
siendo que la realidad es otra/ es algo más bien oscura/
bastante triste/ y también grotesca/ para empezar diré que al
principio mis encías sangraban bastante con cada mordisco que
le daba al pan duro/ la sangre discurría por este/ dándole un
sabor especial/ como a óxido/ y a medida que fue pasando el
tiempo/ y medida que la infección se fue masificando/ la sangre
de las encías se transformó en materia/ que con cada mordisco
soltaba pequeñísimos chorros de pus sanguinolento/
cambiando el menú/ pero el refrigerador está vacío/ y no hay
nada que comer.../ nada cambia/ sólo cambia la materia
degenerada/ fermentada/ corrupta/ fétida/ de mi cuerpo
enfermo/ pues el pus verdoso/ otrora amarillento/ otrora
blanquecino/ brota de mi brazo derecho como sachet de
mayonesa mal cortado/ alojándose infeccioso sobre lugares
comunes de mi casa/ mucha de aquella repugnante materia/
queda depositada en pequeñas charcas en las que pululan
desagradables microorganismos/ entonces se podría decir que
soy un dios/ pero un dios mutante/ decadente/ cesante/ un
dios preocupado por las cartas de desalojo/ de pagar cuentas
atrasadas/ un dios despreocupado de la vida que ha creado/ .../
pero a medida que pasa el tiempo/ los microorganismos
cambian a un estado larvario/ y son como pequeñas hilazas de
color beige que se arrastran fuera de los charcos/ buscando la
bendición de su creador.../ creador que está perdido en una
bruma/ turbia y decadente/ ocasionada por el miasma que se
extiende por toda la casa/ creador que desea sentir un pan
caliente/ crujiente/ repleto de mantequilla/ repleto con
cualquier tipo de cecina/ en fin/ los minutos pasan y el té ya
está frío/ el refrigerador está vacío/ no hay nada que comer/
sólo pan duro/ con hongos/ que con cada día que pasa se pone
más amargo/ entonces imagino/ para luego llevar la idea a la
práctica/ untar un trozo de ese pan en aquel verdusco manjar
que chorrea por mi brazo derecho/ lo unto/ lo saboreo/ lo
vuelvo a untar/ lo disfruto/ lo trago/ no puede ser tan malo/ lo
vuelvo a untar/ ahora sí/ sí qué sí/ qué puedo perder/ el
refrigerador está vacío/ no hay nada que comer/
/ c’est magnifique/
Etiquetas:
PABLO ESPINOZA BARDI,
poesía nacional
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario