jueves, octubre 31, 2013
VAYA , SE ME ACABA DE CORTAR LA LECHE por MARKOS QUISBERT
Uno conoce el cariño en brazos musculosos y
bronceados de vez en cuando,
sean de hombre o de mujer, o ambos EN UNO.
Uno se refriega a menudo con otro cuerpo bajo un poste
de alumbrado:
su luz ilumina el sexo que se deja entrever de las
cremalleras semi-abiertas,
su luz remarca el sexo que apunta al cielo o al infierno.
Es común, uno conoce a un muchacho con gorra de
béisbol en una plaza;
uno como yo, por ejemplo, que había advertido hace
horas su presencia entre los árboles meados.
Allí está, con sus manos cruzadas sobre las piernas, blue
jean ajustado,
sin distinguirse bien el sexo.
Allí está, pequeñas sorpresas que el amor dispone en lo
privado de la sed nocturna.
Un muchacho con gorra de béisbol es tan común, se
sienta sobre mis rodillas,
como alguna vez yo me senté en las suyas… vaya. se me
acaba de cortar la leche.
En fin, un contacto por chat me distrajo: veía a la vez
las fotos de Alicia que Lewis Carroll le había tomado con
distintos trajes.
En una aparece toda una tigresa.
Me tengo que ir. Besos a ti, seas quien seas. Te
recomiendo las fotos de Carroll.
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