El humo idiota,
monótono, reumático, el humo horizontal, industrial, el humo horizontal que viene
de las fábricas, anda por los tejados acoplándose á las bestias malignas del
crepúsculo, las chimeneas, las chimeneas unánimes, las chimeneas fuman interminablemente sus puros enormes,
y, Chicago truena, truena, truena como cien ferrocarriles echados á rodar donde
lo alto, desde lo alto de las montañas
hacia los modestos valles consuetudinarios, hacia el mundo, hacia las cosas
humanas; las plazas públicas y la mujer, los árboles idealistas, los palacios,
los mercados, los manicomios y las gentes, los sanatorios y las leyes, las
colegialas rubias, rubias, los negocios, el sol, la luna, la tierra, loa
cielos abstractos huelen á cerdo, huelen á cerdo, huelen á cerdo, y, Chicago,
Chicago, la gran urbe dolorosa, plutocrática, socarrona, manufacturera, gruño
lo mismo que los cerdos plebeyos: ... oe...oe!.. ... oe!..
No hay comentarios.:
Publicar un comentario