Cuando el sol se va poniendo
y las penas agrandándose, canta
este pueta de pueblo las
canciones de la tarde.
...Están piando las diucas,
mugiendo bueyes y vacas...
hay una infinita angustia en
el són de la majada!
Solo el tiuque melancólico no
llora, se queja apenas;
tiene un alma de filósofo
metida en un gran poeta!..
Y su canción vespertina,
reconforta al peón y al rico con
esa melancolía de su gesto
desabrido...
Cantor de los saucedales,
humilde cantor chileno.
¡cómo tiembla en tus
cantares, cantor de los
saucedales, todo el dolor de
mi pueblo!..
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