Estación Los
Leones, 22. 07.1988
Ni flor en el ojal
para reconocernos
entre rostros que emergen
ni una hoja de Pound
ni rama de joven laurel
húmeda en la mirada del encuentro.
Sordo al dragón
de engañoso laúd publicitario,
ciego al cóndor
reducido a su pura rapiña,
de frontera en muralla
vuelas traduciendo nuestro silencio.
Pero ven, ve y vence los obstáculos, pálido
transeúnte del exilio,
regresa a la tu patria
al proceloso mar de tus mayores -ya sé
que no hay lugar-
por ser vos quien sois:
¡pero lo haremos!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario