sábado, septiembre 07, 2013

4 TRES CIENTOS SESENTA Y CINCOS Y UN 366 DE ONCES por RODRIGO LIRA


dada la continuidad de la ausencia de tibieza considerando la permanencia de 

las carencias y

las ansiedades que se perpetran cotidianamente y el frío sobre todo en especial o solo o el 

frío completo en salchicha con mayonesa viscosa

seminal y estéril la sábana sucia que cubre monstruosos ayuntamientos la escasez de 

radiación solar

(lo poco que alcanza a llegar a través del monóxido de carbono, el humo de chimeneas 

pastizales que se queman en febrero cigarrillos chimeneas tubos de escape tubos chimeneas 

humo)

de la que tiene que atravesar además esa sucia sábana que cubre apenas -como mera 

sábana polucionada- esas teratológicas cópulas, esos coitos de ahitos esas violaciones y 

estupros y las ondas de radio en amplitud o frecuencia modulada las largas y las cortas ondas

de radio de televisión o télex las ondas que emiten las antenas emisoras

y las receptoras, que también reciben esas ondas que la luz solar debe atravesar

lo inconcebiblemente banal y eficazmente hipnógeno de lo que se radiodifunde y televe

lo opaco de los cristales "color humo por dentro espejo color bronce hacia el exterior" los 

cristales que dispersan los que refractan los que cromatizan la luz lo exiguo de la tasa de luz 

que alcanza a corresponder per cápita, por cabeza

lo gachas que se encuentran estas últimas (lo desigual de la tasa de luz de cabeza a cabeza) 

lo sucio de la sábana que lo cubre todo o casi todo o hartas cosas

(la sucia sábana no se cubre a sí misma) considerando también los olores a añejo, a podrido 

a quemado o infectado

parece que como que hubiera que hacer alguna cosa. Aunque cabe la posibilidad de que sea 

mejor no hacer nada nada hacía la izquierda nada hacía la

derecha

nada hacia adelante tampoco, más aun, especialmente, nada hacia adelante -está la inercia

nada hacia atrás, no se puede, trate usted de nadar hacia atrás, no se puede, la historia

no retrocede

-está la historia

-están las bayonetas de la historia bajo las banderas de la historia

-está la sangre en las bayonetas de la historia bajo las banderas de la historia

coagulada ya, reseca, más bien, como yesca yesca de sangre sobre las bayonetas de la 

historia bajo las banderas de la historia -de lo que queda atrás

(no fumar, peligro grave de incendios, demasiada yesca -sangre seca- atrás)

Nada tampoco ni hacia arriba ni hacia abajo ni hacia adentro ni hacia afuera

nada hacer, no hacer nada -cruzarse de brazos- sentarse en posición del loto -tirarse boca 

arriba y -mirar el cielo

(nada hacia arriba; no pensar en escalar el cielo) -tirarse boca abajo, la mejilla pegada al 

suelo

o hundida en el barro (no pensaren hundirse; no evitar hundirse)

al menos cabe la posibilidad de que eso fuera lo que parece que como que hubiera que 

hacer, la cosa aquella

alguna

cabe la posibilidad de que eso fuese: alejarse de la acción

con las manos en los bolsillos o con las manos tomadas a la espalda o con las manos 

enlazadas en la nuca o levantadas mirando el suelo

a patadas con las piedras aplastando descuidadamente eventuales caracoles cuncunas, 

lombrices o cucarachas distraídos-as?

-jamás tomarán venganza- alejarse de la acción: irse despacio a ninguna parte pues no hay 

dónde irse pero hay que irse -tal vez, digo yo, como que habría que irse -a ninguna parte -tal 

vez haya donde esconderse, no sé

en todo caso sería preciso

no salir a la calle:

los sujetos que en París rayaron las murallas de mayo graficaron las palabras francesas que 

traducidas al idioma español dicen: La/ acción/ está/ en/ la/ calle

y sí hay que alejarse de la acción sería inconsecuente tomar una micro

tomar el metro, una liebre, un bus urbano o interurbano, tomar

bebidas alcohólicas o de cola o cafecitos habría que morirse de hambre, pienso

secarse en una esquina poco frecuentada o en un sótano oscuro, digo yo porque las torres 

Santa María podrán ser los edificios más altos de Chile pero haga usted la prueba de subir -

tendrá que ir bien vestido-

tomar uno de esos ascensores que adivinan el pensamiento o poco menos

y que son tan veloces como altas son esas torres

y llegue lo más arriba que pueda, hasta la terraza, si es posible

actúe hacia arriba para después tirarse y no hacer nada

abastecido de libertad por lo libre de la caída

que te hace abrir los brazos y planear, acercándote a tu reflejo

que se acerca hacia arriba desde los espejos de agua

con tu imagen multiplicada por los vidrios que por fuera son espejos

que reflejan tu imagen cayendo de modo que tú no alcanzas a ver adentro

pero que no les impide verte desde dentro pasar volando en caída libre

-y creerían que pasó un ángel y habrá un momento de silencio,

No podrás: alguien sujetará a usted del brazo justo a tiempo alguien o algo, algún robot, por 

ejemplo y alguien -o algo- llamará a una ambulancia a través de un citófono a un teléfono que 

llamará a una central que pasará

el mensaje a otro teléfono etcétera todo a velocidad escasamente menor que la de la luz o la 

de tu cuerpo en la frustrada caída

probablemente el radio del radiopatrullas no será necesario habrá una sirena o tal vez no, 

habrá en todo caso un silencio eléctrico de terapia de choque tac/


un vacío

y un hueco para, ti en una terapia

de grupo

de un grupo cualquiera y sean cuales fueren los cuentos que te cuenten, desgraciado la 

cuenta 

que te pasen

saldrás del hospital clínica o centro médico tarareando gracias a la vida

motivado por los avisos y consejos de la publicidad que nos ayuda a vivir

desde la radio o el televisor que tanto habrán contribuido a tu curación rumbo al local más 

cercano en que se pueda jugarle una cartilla a la Polla Gol a cambio de un templo donde 

sacrificar un gallo a Esculapio que ya no se usan esas cosas, pues hombre

para después entretenerse un rato mascando chicle de un sabor predilecto

en la máquina depinbol o pingpong electrónico

O sea que en resumen habría que morirse sin alharaca

sin pánico cundiendo ni cúnico pandiendo ni púnico candi endo

suave, callado el loro morirse

o quedarse en la vereda como un pedazo más grande que el promedio de basura

saboreando algo así como un candi masticable o un goyak y hasta incluso un caramelo 

bueno, 

de Serrano, o fino, de Ambrosoli,

pero muriéndose,

muriéndose sin alharaca, muriéndose.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...